El jefe de una investigación pública sobre casos de violaciones de cadáveres en las morgues de hospitales ingleses preconizó el martes la creación urgente de un regulador independiente para la supervisión del sector de servicios funerarios.



"Mucha gente piensa que el sector ya está regulado, pero se sorprende cuando descubre que no es así", señaló el responsable de esta investigación, Jonathan Michael, que trabajó como médico y administrador de hospitales del sector público.

David Fuller, un británico de 70 años, fue condenado a cadena perpetua, en 2021, y nuevamente en 2022, por violar al menos a 101 mujeres muertas (la más joven de sus víctimas tenía nueve años, la mayor), además del asesinato de dos mujeres jóvenes en 1987.



Fuller cometió las violaciones mientras trabajaba como electricista en dos hospitales de Kent (sureste de Inglaterra), entre 2005 y 2020.

El año pasado, en sus primeras conclusiones, la comisión de investigación dirigida por Jonathan Michael había dejado en mal lugar al grupo hospitalario, en el que trabajaba el delincuente, por una serie de fallos que le habían permitido cometer sus actos sin ser descubierto.

En un informe provisional publicado el martes, que se centra más ampliamente en la atención prestada a los muertos en morgues privadas, servicios de ambulancia y empresas funerarias, Michael pide una mayor vigilancia del sector "para preservar la seguridad y la dignidad de los fallecidos".

Estas recomendaciones llegan antes de lo esperado, tras "informaciones recientes sobre negligencias en el sector funerario", precisa el exmédico.

A principios de este año, la policía de Humberside, en el norte de Inglaterra, lanzó una vasta investigación tras sospechas sobre el almacenamiento y manipulación de 35 cadáveres en una funeraria de Hull, lo que dio lugar a varias detenciones.

La investigación pública también ha tenido conocimiento de acusaciones sobre abusos en otros servicios funerarios. "Cualquiera puede convertirse en director de una funeraria, hacerlo desde su casa y guardar los cuerpos de los fallecidos en su garaje sin que nadie pueda impedírselo", denuncia Michael.