El excandidato presidencial Enrique Márquez criticó este lunes la negativa del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela a revisar una sentencia que convalidó la reelección del dictador Nicolás Maduro, denunciada como un fraude por la oposición, y anunció un nuevo recurso legal.
"No importa cuántos golpes nos demos en el camino, nosotros vamos a insistir", dijo Márquez a la prensa. "Podemos acatar legalmente, porque no hay otra opción, pero no aceptamos la decisión", agregó.
La Sala Constitucional del TSJ declaró el viernes "inadmisible" un recurso introducido por el político opositor, que pedía anular un fallo previo de la Sala Electoral de la máxima corte que avaló el triunfo de Maduro en los comicios del 28 de julio.
Márquez, también exdirectivo del Consejo Nacional Electoral por la oposición, presentó el recurso junto a una veintena de chavistas disidentes por considerar que la sentencia que ratificó la victoria de Maduro tiene "vicios de inconstitucionalidad".
La oposición publicó en una página web copias de actas electorales con las que reclama la victoria del candidato Edmundo González Urrutia, exiliado en España tras una orden de detención en su contra.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó a Maduro como ganador para un tercer mandato de seis años consecutivo (2025-2031), sin publicar un escrutinio detallado, al alegar que su sistema fue blanco de un ataque cibernético.
"Este recurso pretende aclarar una serie de puntos oscuros que hay en la sentencia", explicó Márquez. "Hay una omisión de prueba...Ni la Sala Electoral ni la Sala Constitucional podrían decidir de este tema sin contar los votos contenidos en las urnas electorales...Se hicieron los locos".
La Sala Constitucional del TSJ "se negó a actuar", cuestiona el excandidato. "Lo que hizo fue repetir y respaldar la decisión de la Sala Electoral sin evaluarla", añadió, lo que considera que "profundiza" la crisis política.
Más de 2,400 personas fueron detenidas en el marco de protestas tras la proclamación de Maduro, que dejaron 27 muertos, dos de ellos militares. Las autoridades acusan de "terroristas" a los arrestados.