Las también influencers Teresa Paneque y Julia Saravia lideran una agenda de encuentros académicos en el país.
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Dos jóvenes científicas visitan El Salvador para compartir sus conocimientos, experiencias y reflexiones en torno al rol de la ciencia en la sociedad: Teresa Paneque, doctora en Astronomía y actualmente investigadora en la Universidad de Michigan, y Julia Saravia, doctora en Ciencias de la Acuicultura, genetista e investigadora en la Universidad Austral de Chile, se reúnen esta semana con estudiantes y docentes como parte de una agenda de divulgación científica.
Esta visita se enmarca dentro de la estrategia de “Diplomacia Científica”, promovida por la Embajada de Chile en El Salvador, y hoy viernes 16 de mayo tiene la última actividad de su agenda: el conversatorio "El papel de la luz en Biología y en Astronomía", en el Observatorio Micro Macro (OMM, dentro de la Universidad Don Bosco, Soyapango), a las 10:00 a.m.
¿Cuál es el objetivo de su visita a El Salvador?
Teresa: El objetivo es, en conjunto con los esfuerzos de la Embajada de Chile, hacer diplomacia científica, poder mostrarle a la cultura y a las personas de El Salvador, cuáles son los distintos tipos de ciencia o los principales tipos de ciencia que están desde Chile.
Tenemos tanto la Astronomía, que es más quizás del norte de Chile, con nuestros cielos y los telescopios y luego Julia representando a la ciencia antártica, que son dos áreas de investigación que gracias a las condiciones naturales de Chile, se pueden hacer y fomentar la curiosidad, las vocaciones científicas.
¿Chile es un país líder en este tipo de iniciativas?
Teresa: Si hablamos en particular desde la Astronomía, por ejemplo, Chile sí tiene un liderazgo internacional porque tenemos los mejores cielos del mundo para poder hacer observación y por eso se ponen muchos telescopios ahí. Pero creo que es muy importante resaltar esto: no se trata de decir “Chile es el mejor país para hacer ciencia y por eso venimos acá” o quienes hacen mejor ciencia son las personas del hemisferio norte, la gente europea o las asiáticas; sino más bien, mostrar que desde cada uno de nuestros países podemos ocupar los recursos naturales para hacer buena ciencia.
Julia: Sí, en temas antárticos, Chile es uno de los primeros 12 países firmantes del Tratado Antártico Internacional en 1959; es un documento histórico ejemplar a nivel cooperación internacional por la paz y por la ciencia. Entonces, tiene una trayectoria antártica muy antigua, si no me equivoco es el segundo país con más bases científicas en Antártida y el Instituto Antártico Chileno (INACH) es muy fuerte en términos de investigación y de apoyo a investigaciones de otras universidades, incluso de otros países.
¿Cómo dialogan sus áreas de estudio a través del tema de la luz, su eje para esta visita?
Teresa: La luz es lo que ocupamos para poder observar y ver todo lo que hacemos. Yo creo que hay visiones muy distintas. Para la astronomía la luz se ocupa de maneras distintas en contextos científicos distintos; la luz es nuestra herramienta para poder observar el universo. Lo hacemos tomando fotos del universo con distintos tipos de luz; no solamente la luz que podemos ver con los ojos, que es luz óptica, sino también, luz a mayores frecuencias, rayos gamma, ultravioleta que trazan procesos energéticos y a menores frecuencias, como el infrarrojo. Entonces, la luz nos permite trazar distintos procesos que están ocurriendo en el universo y a través de esas fotos comprenderlo mejor.
Julia: Para nosotros la luz es una herramienta y un objeto de estudio. En mi caso que trabajo en genética, en biología molecular, gran parte de los aparatos y de las formas para analizar muestras por ejemplo del ADN, se nutren y necesitan de tecnología óptica. Nosotros no podríamos secuenciar, no podríamos amplificar ADN si no tuviéramos esas tecnologías disponibles. Desde la biología molecular, la luz es una herramienta para nosotros; pero también, por ejemplo, los satélites para poder seguir el movimiento, la forma, el desplazamiento de los glaciares, el movimiento de la parte biológica. Entonces, para nosotros la luz es una herramienta por un lado, en todas las áreas que tienen que ver con la Antártica, pero también es un objeto de estudio.
¿Cuáles son los desafíos científicos más urgentes relacionados con la luz?
Teresa: Un mensaje importante que tenemos que recalcar es la cooperación internacional. Uno de los grandes desafíos de la ciencia en general es justamente tener una conversación multidisciplinar y multinacional. Necesitamos que hayan visiones de distintas partes del mundo que se unan para resolver los grandes problemas. En el caso de astronomía, es la construcción de telescopios cada vez más grandes. Estamos construyendo en el norte de Chile el ELT, (Extremely Large Telescope), un telescopio extremadamente grande que va a tener un diámetro de 39 m., es como un coloso romano de nuestra época que tuve la suerte de poder visitar, y ese es un lugar donde confluyen personas de distintas nacionalidades.
Julia: El mismo desafío, porque la Antártida es un continente que no tiene soberanía, no pertenece a ningún país. Entonces, todas las actividades tienen que ser bien tratadas y dialogadas entre numerosos países que pueden tener intereses distintos. Entonces, como nosotros, claro, el desafío es incentivar, promover y facilitar la cooperación internacional porque no hay otra forma de hacer ciencia en la Antártida que no sea a través de esto. Otro desafío, especialmente científico en la Antártida para la ciencia, es el tema de las áreas marinas protegidas que es algo que también necesitan dialogar y ponerse de acuerdo en distintos países.
¿Qué obstáculos han enfrentado como mujeres científicas latinoamericanas?
Teresa: La ciencia es un espacio masculinizado y lo sigue siendo, pese a que hemos aumentado muchísimo el ingreso de compañeras y eso ha creado también burbujas de espacio más o menos y el segundo lugar es la visibilidad, el hecho de que Latinoamérica por tener menor cantidad de recursos, no así, menor cantidad de ideas, creatividad o potencial. Los recursos sí influyen en que uno pueda ir o no a una conferencia a mostrar su trabajo, en que uno pueda ir eh mandar un estudiante o no a alguna al lugar, al perfeccionarse. Entonces, tenemos a las latinoamericanas como Laura Pérez, astronomía chilena o Paola Pinilla, astronoma colombiana, y a muchas mujeres latinoamericanas que están haciendo grandes descubrimientos, solo tenemos que darles más visibilidad para que puedan inspirar también a la siguiente generación
Julia: Nosotras tenemos actividad en terreno y eso implica estar fuera de tu casa entre uno y cuatro meses. Y ahí hay mujeres que son madres, que tienen que dejar su casa y esta dualidad, este tema de que las labores de cuidado también históricamente y por cultura, suelen recaer en su mayoría en las mujeres, padecen un poco esta situación, padecen en el juicio de ser menos hábiles para las actividades de terreno, tenemos como que ese doble desafío. Es aceptar a las compañeras, confiar, reconocer, empezar a tratarnos realmente como pares. De hecho, paréntesis, este año en la Exposición Científica Antártica (ECA) fuimos más mujeres que hombres, yo creo que es la primera vez que lo veo en mi vida. Entonces, ocurre, podemos dar más cupos, podemos ser más mujeres.
¿Qué les dirían a las niñas que sienten pasión por la ciencia pero no se atreven a imaginarse en estas carreras?
Julia: Tengo que ser totalmente honesta: jamás soñé, ni siquiera me imaginé que yo podía trabajar en Antártida o que algún día iba a ir. Era algo que yo veía en la televisión y que no es tal cual lo muestran ahí. Yo soy de una región de Córdoba (Argentina) que es totalmente mediterránea. ¡Imagínate! de ninguna manera yo iba a pensar que alguna vez iba a ir ahí. Lo que te va a asegurar el éxito, yo creo, es perseverar. Es hacer redes, apoyarte, conectarte, compartir, colaborar yo creo que en base a esas cosas yo fui armando mi carrera.
Teresa: Cómo decirle a las niñas y niños que no hay una forma de hacer ciencia. Yo tampoco tuve una historia así como de que siempre quise ser astrónoma. Somos personas curiosas y la ciencia es un camino que te va sorprendiendo, y sobre todo eso, porque a veces los niños en el colegio piensan que para estudiar estas carreras tienes que ser la mejor nota, nunca tienes que fallar en alguna prueba y decirles que el camino es algo que se va construyendo, que desde lo que ellos decían estudiar, donde lo decidan hacer, van a tener las opciones de después ir cambiando y que se dejen sorprender. La ciencia trata de fallar muchas veces hasta que se llega a una solución. Yo siempre fui de ciudad, a mí me gustaban las matemáticas, la magia y para mí la física es lo más cercano a la magia que hay.
¿Creen que eventos como estos —en un país como El Salvador— pueden transformar la percepción de los jóvenes sobre la ciencia?
Teresa: Nosotras no somos científicas salvadoreñas, pero creo que pese a que no somos salvadoreñas, sí representamos al menos a dos países de Latinoamérica en este caso y hablando desde la experiencia podemos decirles fuimos capaces de hacer esto. Mostrarle a los jóvenes que esto es posible desde la región americana y que pueden formarse aquí en El Salvador y luego salir al mundo aprender cosas nuevas y ojalá después ser ellas y ellos que vuelvan a El Salvador a ser referentes para las futuras generaciones
¿Qué papel juega la divulgación científica en plataformas como redes sociales?
Teresa: Yo tengo más de 800 mil seguidores en TikTok y casi 400 mil en Instagram, las ocupo bastante; son espacios que tenemos que ocupar con educación, son espacios donde la gente puede entrar y encontrarse con contenido educativo y van a estar felices, pero también hay que entender que no reemplaza el trabajo en el aula. Un video de minuto, jamás te va a entregar todo el conocimiento basal, ni toda la estructura para que tú puedas entender sobre un tema. Yo lo que busco con con los videos que genero es eh gatillar la curiosidad, gatillar el proceso crítico, dar unidades que encuentres interesantes, pero siempre insisto en que si tú te encontraste algo interesante en redes sociales, sea del perfil que sea, tienes que ir a buscar más información, porque igual que están mis videos, están otros de fake news o de temas falsos.
En las redes sociales, cualquier persona puede agarrar un teléfono, creo que eso democratiza el acceso a las ciencias, que es muy importante, sobre todo en países de Latinoamérica, pero tenemos que estar formando a los jóvenes para que sean capaces de lo que yo hago, yo veo algo interesante y busco más información. Yo siempre digo: "Soy científica, pero mi primera vocación es la de ser profesora” y las redes sociales me permiten de cierta manera esa cercanía y el cultivar un espacio y una plataforma que me tomo con mucha responsabilidad.
Julia: Yo no tengo esa tremenda presencia social que tiene Teresa y la admiro un montón, lo que lo que sí puedo aportar es que el trabajo en el aula es recontra importante, hay que darle más apoyo a docentes para integrar estos conocimientos que desde desde tu área y desde la mía a veces se parecen muy lejanos, o muy complejos, pero en realidad hay herramientas