La inmadurez y la falta de voluntad política de los gobiernos centroamericanos no les permitirían tomar medidas coordinadas para hacer frente a la ola de deportaciones de migrantes desde Estados Unidos, según el análisis de la experta en migración, Celia Medrano.



Medrano explicó a Diario El Mundo que las políticas migratorias tomadas por Estados Unidos requieren "una urgente coordinación para dar respuestas comunes", sin embargo, señala que "lamentablemente" los gobiernos centroamericanos no parecen tener "madurez ni voluntad política" para asumir una respuesta común.

La experta recordó que México, uno de los países con más migrantes en Estados Unidos, ha "hecho intentos por facilitar espacios" de diálogo con Centroamérica para "activar coordinaciones" que no se han logrado concluir porque se requiere "madurez política".

"Lamentablemente, no parece haber madurez política ni voluntad política en los gobiernos centroamericanos de asumir una urgente coordinación para dar respuestas comunes ante las políticas migratorias estadounidenses".
Celia Medrano, experta en migración.


Medrano indicó que parte de la "madurez política" es que los gobiernos reconozcan que su "actuar bilateral solo los debilita" porque cada gobierno busca de forma individual una "interlocución directa con Estados Unidos" cuando este gobierno busca presionar "para frenar la migración y desentenderse de obligaciones humanitarias" y cumplimiento de normativas como el derecho a solicitar asilo.



Dadas estas condiciones, Medrano considera que Centroamérica tendrá que "recibir a sus migrantes deportados" desde Estados Unidos y México sin tener "las condiciones necesarias para garantizarles" las "condiciones de dignidad y seguridad".

Además, Medrano aseguró que en este contexto y con la firma de varios países, entre ellos El Salvador, en el convenio del "tercer país seguro" se verán obligados a "recibir migrantes de otras nacionales" que sean expulsados de Estados Unidos, entre ellos venezolanos, cubanos e incluso extracontinentales.

El Salvador y Guatemala han mantenido una relación conciliadora con el gobierno de Trump, contrario a Honduras y Nicaragua que se han mostrado históricamente más confrontativos con las medidas estadounidenses.

Según los datos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) en 2024, al menos 15,284 salvadoreños fueron deportados desde la nación norteamericana. Mientras que 87,298 mexicanos fueron deportados; otros 66,435 guatemaltecos y 45,923 hondureños.