La emisión de nuevos Certificados de Obligaciones Previsionales (COP) ha acumulado ya una nueva deuda de pensiones por $2,347.06 millones, que junto a la deuda heredada de periodos anteriores, suma un total de $10,742.22 millones.
Los datos actualizados el viernes pasado por el BCR registran la deuda que tiene el Estado, a través del Instituto Salvadoreño de Pensiones (ISP) con los Fondos de Pensiones o el Ahorro de Pensiones, que son los montos cotizados por los trabajadores afiliados a las dos Administradoras de Fondos para Pensiones (AFP).
Gracias a la reforma de 2022, el ISP puede emitir certificados COP para que estos sean adquiridos por las AFP, las cuales ponen a invertir los ahorros de los cotizantes en estos instrumentos, a cambio de una rentabilidad.
Esta práctica, con un interés menor, dejó una deuda de $8,395.16 millones, ahora en Certificados de Financiamiento de Transición (CFT), fondos de los ahorrantes invertidos en esos certificados CFT por ahora no están recibiendo amortizaciones de interés ni de capital, gracias a un periodo de gracia negociado entre el gobierno y las AFP.
El acuerdo financiero entre El Salvador y el Fondo Monetario Internacional (FMI) incluye una nueva reforma a los "sistemas de pensiones" cuya propuesta debe ser publicada el 10 de febrero de 2026. El acuerdo busca una reforma de pensiones que contenga los costos de la reforma aprobada en 2022, que aumentó las pensiones.
El ISP usa los fondos de la deuda de pensiones para pagar pensiones del Sistema Público de Pensiones (SPP), ya que estos se agotaron.
