Cuando se camina por la ciudad se ven sonrisas, mujeres trabajando duramente en sus puestos en los mercados, otros recogiendo la basura de las calles, obreros alegres por tener su bendito trabajo. Con su laboriosidad llevan el sustento diario al hogar. Pareciera que todo les va bien. Me imagino que han de dar gracias a Dios por su trabajo, por tener salud y poder cumplir sus metas diarias.



¿Por qué debemos dar las gracias? Por los gobernantes que piensan en el prójimo, por las no guerras, por el asesino que ya no tiró del gatillo, por el agiotista que reflexionó por el dinero mal habido que logró acumular, el cual dejó a muchas familias sin sus casas, terrenos y hasta en la calle, por padres e hijos que pasaron años sin hablarse y lograron hacer las paces, por las mujeres que decidieron no abortar, por los presos que oraron antes de ser condenados a muerte —por su arrepentimiento—, por los que han cambiado de actitud, por lo que claudicaron en suicidarse, etc.

Cuando te dice que tu esposa está embarazada, lo primero que piensas es que Dios te mande al hijo sano, que no traiga una enfermedad o malformación. Al final, debemos de dar gracias. Sí tu hijo nació con un retraso mental, cuadrapléjico, sin brazos u otro impedimento físico, tienes que dar las gracias; ya que miles de mujeres no pueden tener hijos, son estériles.



Muchos hijos sanos no son felices, practican el aborto, asesinan, han hecho el mal. Un hijo con síndrome Down les dio más alegrías que tristezas a sus padres. A veces el hijo que nace sin ningún impedimento físico, es quien da más problemas a sus padres. La vida parece que es un juego de dados. Tantas cosas que pasan en la vida, pero el hecho que alguien venga a este mundo, es por una misión. He observado a familias que aman a sus hijos, no importa los impedimentos.

Hay que dar gracias, aunque tengamos una sola mudada o un par de zapatos, debemos dar gracias por el techo y el pan. Millones de personas no tienen alimentos ni cama en que dormir. Viven en la calle, comen de la basura. Debemos dar las gracias por un día más de vida. Demos gracias, acá estamos leyendo estas palabras; muchos no tuvieron ni siquiera el don de nacer.

Recuerdo cuando el hijo de Julie y Samuel Armas, quien estaba en el vientre, tomó con su manita el dedo del doctor que lo atendía. Samuel tenía una enfermedad, el doctor realizaba una operación en el vientre de la madre. Samuel deseaba vivir. Ese es un ejemplo para que los padres de familia den gracias por los hijos que Dios les ha dado.

Debemos dar gracias por un trabajo, aunque sea poco lo que ganemos. Muchas personas en el mundo viven con menos de un dólar en el día, millones desean un trabajo. Bendito trabajo. Demos gracias por tener una familia, por tener hijos que lograron cumplir sus sueños.

Debemos de dar gracias porque no tenemos una mente suicida. Muchos se tiraron del puente creyendo que solucionarían sus problemas. Muchos desean seguir viviendo a pesar de tener cáncer terminal.

El no vidente en cierta medida es agradecido, no puede ver las bellezas que Dios nos brindó; sin embargo, tiene los otros sentidos para disfrutar de la vida. Escucha los susurros de su madre, siente el olor de un buen pan, degusta y toca los pétalos de las rosas. Los cantantes Andrea Bocelli y José Feliciano son no videntes y, le han dado a la humanidad grandes canciones. ¿Serían más felices si pudieran ver el color de la naturaleza, el cenit o poder ver el rostro de sus familiares?

Una noticia para dar gracias, un donante de corazón, de riñón, le cambió la vida a una persona, a una familia. No todo el mundo está dispuesto a donar un órgano de su cuerpo para salvar una vida. Qué emocionante es verificar las palabras de agradecimiento que expresa una persona que sigue viviendo, gracias al amor de alguien que ni siquiera conocía ¡te atreves a ser feliz!

Debemos de dar gracias porque estamos viviendo, nos damos por enterados que Dios existe, que estamos en este mundo por un propósito. Son tantos motivos por los que debemos dar las gracias. Cuando despertamos cada mañana, es motivo para hacerlo. Muchos bebés murieron por muerte súbita, adultos amanecen sin respirar, no pudieron ver el sol de la mañana.

En Estados Unidos celebran el Día de Acción de Gracias. Tiene un motivo, muchas personas en un determinado momento pudieron alimentarse. Ello nos indica que no solo ese día se puede dar gracias por los sagrados alimentos. Orar, antes de ingerir el primer bocado, es algo que debe practicarse en todos los hogares. Cada día mueren muchas personas de hambre, no tienen una mano que les brinde ayuda, no poseen un trabajo o un pedazo de tierra para sembrar los granos que le alimentarán.

No importa la cruz que carguemos, debemos tener fe y esperanzas que todo problema se puede resolver. Dar gracias por lo que somos, por lo que tenemos y no tenemos, por nuestros familiares, por nuestras amistades. Por todo lo que la vida nos ha brindado. Debemos dar gracias por los cinco sentidos que Dios nos regaló. Eso es un gran motivo para sonreír. ¿Y, usted por qué da las gracias?


•Fidel López Eguizábal es docente investigador Universidad Francisco Gavidia
flopez@ufg.edu.sv