Yo siempre quise vivir frente a un mar bravío, dijo Zelda. Nunca lo conseguí y ahora es tiempo de morir. Mujer de 82 años, soltera, sin hijos, decidió morir el 12 de octubre de 2023. Aunque ajena a una enfermedad terminal o dolores insufribles, ella ya estaba cansada de vivir y con algunos problemas de movilidad. Nunca le tuvo miedo a la muerte y siempre la considero un evento natural, que más tarde o temprano terminaría por llegar. Porque no empoderarse de la muerte, decía Zelda. Exmonja y creyente, jamás considero el suicidio como un pecado. “mantener una vida asistida con químicos y venenos, eso sí es pecado, sufrir una muerte lenta y dolorosa, eso es pecado” solía decir.

Las religiones de siempre y de hoy, lo que buscan es negarnos la libertad, subyugarnos a través del miedo ante un dios cruel y arrogante, me dijo alguna vez. Zelda se acogió a la ley de la eutanasia, en vigor en España desde el 25 de junio de 2021. Murió como ella deseaba, admirando el marcon una sonrisa, una clara y fría mañana del 12 de octubre del 2023.

La decisión de Zelda de empoderarse de su muerte nos invita a reflexionar sobre el derecho que todo ser humano tiene a una muerte digna.
¿Debería la eutanasia estar legalizada en nuestro país? Antes de tratar de contestar esta pregunta deberíamos tener claridad sobre el concepto y experiencias de otros países.

¿Qué es la eutanasia?
La eutanasia es el procedimiento médico deliberado y voluntario que busca poner fin a la vida de un paciente con una enfermedad terminal o incurable, con el objetivo de aliviar su sufrimiento. Este acto se realiza con el consentimiento explícito del paciente o, en caso de incapacidad, por un representante legal autorizado. En términos de legalidad, la eutanasia ha sido regulada en varios países, como los Países Bajos, Bélgica, Canadá, Colombia, Luxemburgo, España y Nueva Zelanda donde se establecen procedimientos específicos y requisitos que deben cumplirse para su práctica. En algunos estados de Estados Unidos y en Suiza se permite el suicidio asistido, que es diferente de la eutanasia en su ejecución y regulación. En el suicidio asistido, el paciente recibe la ayuda de un profesional de la salud para obtener los medios necesarios para terminar con su propia vida, pero es el propio paciente quien se autoadministra el fármaco letal.

¿Porque la eutanasia se considera necesaria en la sociedad actual?
En países, culturalmente similares al nuestro, como lo son Colombia y España, la consideración de la legalización de la eutanasia fue impulsada por una combinación de factores sociales, políticos y éticos. En estos países el proceso da inicio en respuesta a una demanda social y debate público, que permitió visibilizar el tema en la agenda política. Un factor determinante en la consideración y demanda social de la eutanasia es el envejecimiento de la población. A medida que la población envejece, hay un incremento en la prevalencia de enfermedades crónicas y terminales. Esto genera un mayor interés en opciones que permitan una muerte digna. Muchos argumentan que, en el contexto de un envejecimiento significativo, es esencial respetar la autonomía de los individuos para tomar decisiones sobre su propio final de vida, lo que incluye la opción de la eutanasia. El envejecimiento también plantea la importancia de los cuidados paliativos. En sociedades donde estos cuidados son insuficientes, la eutanasia puede ser vista como una alternativa viable para evitar el sufrimiento.

La población está envejeciendo en El Salvador. Para el año 2025 se estima que casi el 13% de la población tendrá 60 o más años. El sistema de salud de El Salvador ha desarrollado un marco normativo y un modelo de atención para abordar las necesidades del adulto mayor, pero enfrenta desafíos significativos en términos de recursos y capacidad de respuesta ante el creciente envejecimiento de la población. La implementación efectiva de políticas y la mejora en la calidad de los servicios son esenciales para garantizar una atención adecuada a este grupo vulnerable.

La vida y la muerte son procesos que están intrínsicamente ligados. La situación demográfica de nuestro país exige un debate amplio y honesto sobre la necesidad de leyes que aseguren el bienestar de la población de adultos mayores, incluido el derecho a una muerte digna.