Perú en este momento ha entrado en una gruta oscura. Viene de cambiar presidentes: Ollanta Humala, 2011 (1826 días; el único que ha terminado su período presidencial); Pedro Pablo Kuczyinki, 2016 (601 días); Martín Vizcarra 2018 (955); Manuel Merino, 2020 (5 días); Francisco Sagasti, 2020 (254 días); Pedro Castillo, 2021 (497 días); Dina Boluarte, 2022 (1034 días); José Jerí, asumió el 10 de octubre de 2025 (3 días…).

Difícil encontrar un cuadro de inestabilidad política como este.

El nuevo presidente, que responde al nombre de José Enrique Jerí Oré ha dicho que ahora sí, el Perú se arreglará con ‘su’ gobierno. Y se lo ha dicho a ese fantasma que anda por ahí en las calles de Lima, inquieto y harto de tanta tontería política reinante, esto es, se ha dirigido a la ‘Generación Z’.

Sin embargo, las credenciales del señor Jerí Oré no son muy buenas: apoyó la destitución de Pedro Castillo a finales de 2022; fue de los más entusiastas ―desde el Congreso― colaboradores de la señora que ‘iba a Palacio’ (parafraseando al periodista César Hildebrandt), Dina Boluarte, recién destituida; fue acusado de violación sexual, pero de forma ‘milagrosa’ (¿o misteriosa?) su expediente fue archivado y ahora contribuyó a destituir a la señora Boluarte y se ha subido él mismo a la mula.

Como era de esperarse, la ‘trayectoria’ de Jerí Oré ha comenzado a difundirse en redes sociales. Así, han sido ‘rescatadas’ algunas frases machistas que propaló en 2011 y en 2012: ‘Las mujeres son seducidas con amor, cariño y respeto. Para todas las demás existe Mastercard’; ‘La salchipapa no está tan apetecible como las comensales’. Es decir, Jerí Oré es personaje de la farándula política y representativo de la tragicomedia política peruana. También dijo en esos años: ‘el sexo hace que se produzcan más neuronas’, ‘la sapiosexualidad es la nueva tendencia del sexo’. En 2013 afirmó: ‘Lo que más me gusta de toda fiesta infantil: ¡Las animadoras! ¡Son un encanto!’. Y en 2014 posteó: ‘¡Las chicas doradas italianas de Rusia son imponentes! ¡Mejor me voy a Italia! ¡Mamma mía!’. O sea, Jerí Oré se las trae…

Pero hay más. La Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Huaral informó de la denuncia en donde se señala a José Jerí como implicado en una presunta violación sexual contra una mujer de 31 años. El hecho se dio el pasado 29 de diciembre de 2024. De acuerdo con la notificación fiscal, la agraviada indicó que en un viaje con ‘fines recreativos’ estuvo presente José Jerí. Horas después, ella perdió el conocimiento por la ingesta de bebidas alcohólicas y, al abrir los ojos encontró una prenda del entonces congresista. La mujer identificó a un hombre calvo y con barba, que por supuesto coincide muy bien con las características físicas de Jerí Oré. ’Al despertar, aún aturdida, me di cuenta de que estaba desnuda y al costado de mi ropa estaba el bividí del congresista José Enrique Jerí Oré’, relató. Ante esas declaraciones, en su momento, el entonces parlamentario de Somos Perú salió a rechazar las acusaciones e indicó que se comunicaría con la agraviada.

Los antecedentes del nuevo presidente de Perú tienen más tópicos: al parecer también hay acusaciones de crecimiento de su patrimonio sin tener el respaldo adecuado de los ingresos declarados.

Jerí Oré, que anda por los 36 años y que se supondría debería ser alguien de relevo para la politiquería reinante, en realidad es un ‘hijo auténtico’ de esa maraña de formaciones partidarias que han hecho nido en el Congreso peruano y desde donde despachan la bancarrota política de Perú.

Establecido todo lo anterior, sin embargo, este personaje que chapotea en el trucado politiquero peruano ha sido alzado a la presidencia de la república. Esto ya no solo es insólito, sino ciencia-ficción pura.

El Congreso peruano es la institución más desprestigiada del país y sin embargo es la que quita y pone presidentes.

 ¿Por qué sacaron del juego a Dina Boluarte? Quizá por cálculo electoral y porque el acecho ciudadano en las calles no para y ahora con el factor ‘Generación Z’ las cosas serán más complicadas. La señora Boluarte, que no representaba a nadie, ya no servía para la nueva fase electoral que se aproxima. ¿Pero por qué Jerí Oré? Porque en la cadena de sucesión le correspondía por ser el presidente del Congreso, y porque quizá nadie más se quería echar ese trompo a la uña.

Esa canasta de partidos políticos sanguijuelas creen que de esa manera limpiarán su imagen frente a la ciudadanía, que cuando llevó a Pedro Castillo, había dado un paso firme en el alejamiento de esas babas de políticos mafiosos. ¿Y ahora? ¿No hay vehículo electoral? Quizá sí, pero será insuficiente. Ahora se necesita una coalición nacional para transformar al Perú, no uno o varios partidos políticos para ganar una elección. Y en las calles y caminos de Perú hay ahora un verbo crítico más articulado que antes y más suelto de la politiquería reinante y puede dar lugar a un Perutazo.

*Jaime Barba, REGIÓN Centro de Investigaciones