Hace unos años escribí sobre El padre y maestro responsable, en donde hice alusión a que ambos son parte de la guía en la construcción de una sociedad de bien. Con respecto al padre de familia, al hombre que guía al hogar, hay mucho por decir. El padre que desee que sus hijos sean felices debe de ser primeramente responsable, no se puede tener hijos exitosos con un padre de familia irresponsable. No se puede tener un hogar óptimo si el padre no asume el reto de ser ejemplo mismo. Nunca es demasiado tarde, habrá un momento en que los padres irresponsables recapaciten. Padre, recuerde que los hijos crecen rápido, y en un abrir y cerrar de ojos, ellos ya han formado sus propias vidas.



El padre que siempre está — en la jugada—, irá a gritar a todo pulmón al equipo en donde juega su hijo, no importará si pierda o gane, lo importante será que el hijo, a los lejos, escuche el grito de su padre —¡vamos hijo, tú puedes— Mientras tanto, muchos padres desperdiciaron esos grandes momentos por andar en juergas con sus falsas amistades o en malos pasos. En una ocasión, recuerdo que un señor lleno de grasa gritaba y gritaba, había dejado por un momento el trabajo, el taller mecánico en donde ganaba el sustento diario. Él, se sentía orgulloso de su hija y siempre llegaba a apoyarla. Un momento nada más se necesita para verle una sonrisa al hijo.

El padre responsable siempre estará presto para colaborar en el hogar, no dejará todo a la esposa. El padre no tiene manual para ser la cabeza del hogar, ni manual para ser un gran esposo o esposa. Nada más tiene que ejercer responsabilidad y actuar como una persona sensata. Los errores también le ayudarán para ser un gran padre de familia.



La migración, antivalores y otros factores, han hecho que la familia esté dividida, los hogares disfuncionales continúan en aumento. Por ello, se ve a mucha mujeres piloteando el avión, se observa a muchas mujeres haciendo el rol de padre y madre al mismo tiempo; en ocasiones el padre es nada más una figura decorativa. Creyó que nada más era brindar el dinero al hogar. Creyó que nada más era estar en el año en un evento junto con la familia. No, eso es nada más una misión como padre. El verdadero padre está siempre en las buenas y en las malas.

Padres de familia hay de todo tipo, de toda clase, de toda estirpe, unos copian lo mismo que vieron en su hogar, son mujeriegos, golpean a su esposa e hijos y son viciosos. Muchos padres se jactan de tener dos o tres hogares en su haber, mas no saben que, los hijos que han nacido en esas circunstancias, tendrán durante su vida problemas psicológicos y sociales. No es culpa de los hijos crecer con padres así. No es fácil tener a una sociedad de bien en donde se practiquen los antivalores.

En ocasiones, los abuelos admiran mucho a sus nietos, lo hacen porque saben bien que cuando fueron padres —en algunas ocasiones— no disfrutaron de sus hijos. Siempre hubo pretextos, siempre hubo un mejor lugar para quedarse. Nunca estuvieron en los momentos claves de la vida de sus hijos. Los padres de admirar, sin manual en mano, saben escuchar a sus hijos, le prestan atención en todo, hasta en los pequeños detalles. Recordemos que los hijos asisten a juegos intramuros, a fiestas, a días de familia y retiros espirituales es la escuela, etc. En las escuelas de padres, casi siempre, las madres son las que hacen acto de presencia ¿Será que el padre es nada más una figura decorativa?, ¿o cree que ser padre es nada más tener un nombre?

El guía del hogar debe enseñar valores a sus hijos, enseñar altruismo, urbanidad, en sí, todo lo que sea para edificar a un ser humano de bien en la sociedad. No hay padre de familia perfecto; sin embargo, cada familia sabe que, mientras más corrija con respeto a sus hijos, tendrá en el futuro a personas que sean útiles en la sociedad.

El padre responsable no criará cuervos, no criará a hijos que en el futuro serán bazofia en la sociedad o ninis (no trabajan ni estudian), no criará a hijos mimados, no criará a hijos que no sepan echar sus propias alas para enfrentar la vida. Ser padre no es fácil y, el trabajo de guiar a los hijos no termina cuando ellos forman su hogar o se independizan. El trabajo de padre responsable será de por vida. Si alguien ha fallado como padre, es momento de hacer un cambio.

Fidel López Eguizábal es docente e investigador Universidad Francisco Gavidia
flopez@ufg.edu.sv