Según un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la producción de cocaína en Colombia, quien es el mayor exportador de esta sustancia del mundo, aumento un 53% en 2023 cuando se compara con el 2014. Mas de cinco décadas de persecución del narcotráfico en ese país, con la asistencia multimillonaria de Estados Unidos, pero el negocio sigue creciendo. Y seguirá creciendo, según Gustavo Petro, presidente de Colombia, quien en declaraciones recientes dijo: Si uno quiere la paz hay que desmantelar el negocio (del narcotráfico)”, agregando “Se podría desmantelar fácilmente si legalizan la cocaína en el mundo. Se vendería como los vinos”.
¿Pero que está diciendo el presidente de Colombia? ¿Se ha vuelto loco? ¿Como vamos a legalizar una sustancia que tanto daño hace a nuestras sociedades?
Al revisar la literatura científica al respecto, nos damos cuenta, que la racionalización lógica del presidente colombiano se encuentra sustentada por un estudio científico (Daños causados por los medicamentos en el Reino Unido: análisis de decisiones con criterios múltiples), publicado en la famosa revista medica The Lancet en noviembre del 2010.
El informe, publicado en 'The Lancet', mide los efectos perjudiciales que tienen las drogas no sólo en el consumidor sino en su entorno y en la sociedad. El informe, elaborado por dos exasesores del gobierno británico, David Nutt y Leslie King, sostiene que, si las drogas se clasificaran sobre la base del daño real que causan, el alcohol ocuparía el primer puesto. Para demostrar su punto el experto llevó a cabo un modelo en el que se clasificó a 20 drogas y sustancias de abuso según su impacto sobre 16 factores: nueve daños individuales y siete daños a los demás, entre los que se incluyen salud mental, daños físicos, daños familiares, adicción, costo a la economía y crimen, entre otros.
"Nuestros resultados mostraron que, aunque en daños al individuo el alcohol no está entre las sustancias más peligrosas, en daños a la sociedad es la más peligrosa principalmente por su impacto en accidentes de tráfico, violencia doméstica, discapacidad, pérdida de rendimiento laboral, etc." explicó el científico a la BBC. "Y en general, el alcohol fue calificado como la sustancia más perjudicial para la sociedad del Reino Unido debido a su vasto uso y a que está ampliamente disponible", agrega. El costo social del alcohol fue calculado en US$48 mil millones anuales. El alcohol, dice, "es una droga enormemente costosa. En el Reino Unido cada contribuyente paga en promedio unos US$1.600 cada año para subsidiar los costos y pérdidas del alcohol, que suman casi US$5.000 millones de gastos de policía, US$5.000 millones en costos al Sistema Nacional de Salud, etc.".
Según este estudio, la cocaína es mucho menos dañina que el alcohol. Al combinar daños individuales y sociales, el alcohol ocupa el primer lugar, mientras que la cocaína ocuparía el quinto lugar, por debajo de la heroína, el crack y la metanfetamina.
En esta evidencia se basa el argumento, no solo del presidente de Colombia, sino de muchos otros políticos, referente a la legalización de la cocaína. Si el alcohol se ha estado bebiendo entre habitantes de civilizaciones tan antiguas como la egipcia y la china desde hace más de 7000 años, con muy pocas prohibiciones como la muy famosa ley seca de los Estados Unidos, desde 1920 hasta 1933, que si estimulo la producción y venta ilegal por los famosos mafiosos como Alfonso Capone y otros, ¿porque no legalizar la cocaína, que es mucho menos dañina a la sociedad que el alcohol?
El argumento de políticos y académicos de la región en favor de esta acción es su efecto en la reducción de la criminalidad. "Una guerra que no se ha ganado en 40 años es una guerra perdida. Hay que reinventar esta guerra contra el narcotráfico y las drogas y una de las formas más efectivas es quitarle la prohibición a todo lo que tiene que ver hoy con el tráfico de drogas, y racionalizarlo para poderlo controlar mejor”, señaló el expresidente colombiano Juan Manuel Santos en entrevista con la agencia EFE. Otros factores que se mencionan son: ingresos para el estado, reducción de precios, y un enfoque de salud pública.
En todo caso bien dicen por ahí: Locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes.