Cuando el presidente más poderoso del mundo toma decisiones que cambiarán el rumbo de la historia, se debe de analizar hasta qué medida son buenas o malas decisiones. Hay muchos aspectos que no pueden pasar desapercibidos.
Todo empezó desde que Donald Trump llegó al poder, o quizás antes; eso se corrobora cuando mencionaba que iba a limpiar de indocumentados los Estados Unidos. Hasta los mismos que votaron por él están en la cuerda floja.
Trump quiere manipular hasta los nombres de algunos países o golfos, tal es el caso del Golfo de México, ahora quiere que se llame Golfo de América. Además, en su agenda está anexar o adquirir Groenlandia y Canadá. Todos son asuntos geopolíticos.
La geopolítica con respecto a USAID cambió, ya no se tendrá la ayuda que Estados Unidos proporcionaba a muchos países. Los más afectados son las personas de escasos recursos económicos. De una forma u otra, esa ayuda servía de mucho. Con respecto a América Latina, tal parece que todo cambió. Lo que está haciendo es atacar a los indocumentados en vez de promulgar el TPS.
Las piezas del ajedrez le están dando un giro a la humanidad, más cuando se trata del hombre más poderoso del mundo. Las relaciones internacionales también se evidencian con el rubro comercial; ya que, Trump ha dicho que impondrá más aranceles a los países que no se acoplen a sus políticas.
En el caso venezolano, muchos países pensaban que al llegar Trump al poder ayudaría a tomar el poder a Edmundo González; sin embargo, los intereses siempre son los más importantes. Recordemos que, Venezuela tiene petróleo. Eso es lo que le interesa a Trump. Del régimen autoritario de Maduro se hace caso omiso.
Trump, además de tener el control en algunos países, también tiene a países rivales como lo es China. No es solamente quién tiene más o mejor armamento, hay una guerra entre ambos países, pero en el ámbito comercial.
Con respecto a Israel, veremos si continúa ese apadrinamiento. Recordemos que ningún país ayuda a otro país sin interés alguno. Todo se trata de diplomacia. Hay países que son amigos por puros intereses. Así trabaja la política internacional.
Un presidente cambia la historia cuando toma decisiones; el caso del conflicto entre Ucrania y Rusia es de pronóstico reservado. Aun así, se vaticina que entre Putin y Trump llegarán a un acuerdo geopolítico. Cesarás la guerra entre Ucrania y Rusia, aunque tal parece que los tres años de lucha que enfrentó Ucrania no sirvieron de mucho. La OTAN colaboró con Zelenski y, al final, una conversación cambió todo. Lo bueno es que ya no habrá sangre derramada. Trump decidirá el destino de Ucrania, de eso no hay duda. Trump es tan astuto y estratégico que ha desafiado a la Comunidad Europea, tal parece que la ha ignorado. Trump se quedará como un héroe.
Muchos países han estado supeditados a lo que manifiesta el presidente de Estados Unidos. En la historia, ese país norteamericano ha colaborado para terminar con muchas guerras; ha intervenido con su fuerza militar y ha derrocado a presidentes autoritarios como Manuel Noriega de Panamá.
Con respecto al canal de Panamá, el interés de recuperarlo es que Estados Unidos ayudó a construirlo. El canal lo recuperará. Aún no se sabe si lo hará diplomáticamente o a la fuerza.
Trump, hace parecer que es un hombre de paz; sin embargo, los expertos en asuntos exteriores, diplomáticos y conocedores de la geopolítica analizan cada paso que está dando en pocos días del mandato. En cuatro años ya se sabe cuál es su ruta como mandatario. En conclusión, a Trump le interesa tener a su país como una potencia comercial. Lo económico y la geopolítica son lo que a él le interesa.