He estado entrevistando a muchos jóvenes que decidieron tener éxito gracias a los estudios universitarios.



Karla Galdámez es una mujer que nunca se rindió. El ser humano que se rinde, pierde. A veces, las oportunidades hay que crearlas, buscar en dónde está el éxito. Es importante saber que la educación abre puertas.

¿Por qué decidió estudiar Comunicaciones? Desde muy joven sentí una gran curiosidad por entender cómo se conectan las personas, cómo se transmiten los mensajes al empezar a trabajar a los 18 años, tuve la oportunidad de ingresar al mundo de la radio, específicamente en Grupo Radial Samix. Esa experiencia fue clave: me enamoré del poder de la voz, de contar historias, de conectar con audiencias. Así fue como decidí estudiar Relaciones Públicas y Comunicaciones, un área que unía mi interés por los medios, los eventos y la conexión humana, al ver al público interactuar y cómo venían desde muy lejos a la radio para conocer a sus locutores favoritos.



¿Cuál ha sido el mayor obstáculo en su vida? Uno de los desafíos más grandes fue crecer siendo la mayor de cinco hermanos en una familia liderada por una madre soltera. Ella solo pudo costearme hasta el bachillerato, así que tuve que trabajar desde los 18 años para poder continuar con mis estudios superiores. Siempre soñé con ser profesional, ser la primera de mi familia con un título universitario, compaginar el trabajo con la universidad fue un reto enorme; me tenía que esforzar el doble tomando los primeros horarios de la universidad y los últimos horarios en la noche, pero también fue una etapa que me enseñó disciplina, gratitud y resiliencia.

¿A quién le dedica sus triunfos y luchas? A mi madre, por su valentía, sacrificio y amor incondicional. Ella fue mi primera inspiración y quien me enseñó a nunca rendirme. También a mis hermanos, que siempre fueron mi motor, y a mí misma, por no soltar mis sueños incluso cuando parecía difícil alcanzarlos.

¿Tiene algún consejo para los que declinan seguir estudiando? Sí. A veces la vida nos pone en pausa, pero eso no significa que tengamos que renunciar a nuestros sueños. Estudiar no siempre es fácil, especialmente si tienes que trabajar al mismo tiempo, pero cada esfuerzo vale la pena. La educación abre puertas, fortalece tu autoestima y te da herramientas para cambiar tu realidad. No importa si tomas un camino más largo o distinto, lo importante es no perder de vista hacia dónde quieres llegar. Aunque todos pasamos por adversidades y a veces sentimos que la vida va en contra, o que no tenemos tiempo suficiente, la mejor inversión siempre será en uno mismo. No hay mejor camino que aprender y desarrollarse personalmente en algo que nos ayude a salir adelante y a construir un mejor futuro.

En mi experiencia como catedrático, en un gran porcentaje, muchos estudiantes trabajan y estudian. Eso es lo que los hace más fuertes y visionarios. El que le cuesta, sabe bien que las metas en la vida deben cumplirse, sin importar las adversidades y vicisitudes por afrontar. Me agrada lo que dijo la madre de una preciosa hija, Karla Galdámez “La educación abre puertas, fortalece tu autoestima y te da herramientas para cambiar tu realidad”.

• Fidel López Eguizábal es docente investigador Universidad Francisco Gavidia flopez@ufg.edu.sv