El pasado 15 de noviembre del 2024 marcó hasta entonces un nuevo registro ya que un excampeón mundial de los pesos pesados del boxeo Mike Tyson con 58 años regresó tras su retiro a un cuadrilátero casi veinte años después. Se enfrentaba al youtuber Jake Paul convertido en peleador de pesos pesados, en un combate profesional pactado y con ciertas modificaciones para ocho asaltos y que dio como resultado ganador por decisión unánime a Paul, consiguiendo de esta manera su 11a victoria en 12 peleas, siete por nocauts en cuatro años y medio desde su debut como profesional.



El evento pasado una semana se convierte en el combate con mayores ingresos en Texas, Estados Unidos, con una recaudación de 18.1 millones de dólares, según el reporte de la compañía de promociones co-fundada por Paul, convocando a más de 72,000 aficionados en el hermoso y moderno AT&T Stadium. El sistema de apuestas también le fue muy bien esa noche con una cantidad de el triple en número de apuestas y cuatro veces superior en dinero. Y la producción y transmisión por primera vez de Netflix de una velada de boxeo y de un evento deportivo en directo registró al menos un pico de 65 millones de espectadores en la plataforma. Todo un éxito en lo económico.

Fui uno de esos millones de espectadores, muchos recuerdos, sentimientos encontrados de volver a ver al denominado “Ironman” Tyson y que en su mejor momento no se podía uno despegar del televisor porque era cuestión de segundos para que dejara dormidos en el ring a sus oponentes y muchos de ellos en condiciones graves de salud, y con millones de neuronas perdidas.



Jake Paul fue noble, muy respetuoso de lo que representó en su época el excampeón del mundo, no quiso noquear a Tyson, no lo puso en ridículo, ni en alto riesgo la salud, fue un combate de mero entretenimiento ya que Mike parecía no responder en varios asaltos, además de muchas limitaciones para caminar en el ring.

Las autoridades y tomadores de decisión en el boxeo mundial deben ser enérgicos para proteger la vida, salud e integridad de hombres y mujeres que deseen regresar del anonimato y deudas, del retiro a un ring para arriesgar su integridad y exponerse a morir o quedar con daños irreversibles. Mike Tyson recibió castigo y muchos golpes, no fue capaz de defenderse y protegerse, arriesgo su vida, mientras empresas ganaban millones de dólares.

Hace unos meses veíamos a Evander Holyfield, verdugo de 'Iron Mike', ser noqueado en el primer asalto ante Vitor Belfort excampeón de la UFC motivado por grandes deudas. Y estimado lector en estos días ya el registro Mike Tyson ha pasado a la historia, ya que el pasado 19 de noviembre 2024 hubo otro caso más, Oliver McCall se convirtió en el excampeón de peso pesado con más edad en volver a subirse a un ring con 59 años, por si fuera poco, noqueó a Stacey Frazier 54 años en el segundo asalto, y lo primero que hizo al finalizar es retar ante los medios de comunicación a Jake Paul.

Esta pelea me deja varias enseñanzas como lo establece la palabra de Dios que hay tiempo para todo, todo tiene su momento oportuno, para apartarse, para perder, para desechar, para cosechar y construir, como lo establece el libro de Eclesiastés capítulo tres. Por lo tanto, debemos de aprovechar y vivir al máximo cada una de nuestras etapas en la vida, demostrar el amor por el más próximo, y ser valientes cuando debemos de decir no, de retirarnos o de huir, de no vivir de glorias o victorias pasadas. Porque nuevas son cada mañana y grande es la fidelidad de Dios.

*Por Ricardo Sosa, Doctor y máster en Criminología
@jricardososa