Desafíos y Oportunidades en Tiempos de Emergencia: La Búsqueda de Estabilidad en un Mundo CambianteTiempos interesantes los que actualmente estamos viviendo. La economía más poderosa del planeta, y paladín de la democracia, recién nos está indicando al resto de mortales, que sus ciudadanos, especialmente los jóvenes, quieren priorizar su estabilidad económica a través de un gobierno con francas tendencias autoritarias.



Actualmente y con las tendencias electorales observadas, todas las ramas de gobierno de los Estados Unidos: ejecutivo, legislativo y judicial, están alineándose bajo tendencias extremas conservadoras. Ha sido claro el mandato del pueblo norteamericano, más importante que los derechos reproductivos y tendencias socialistas, como las representadas por la candidata demócrata, lo que el pueblo quiere es una estabilidad económica traducida por una disminución de la inflación. Estamos cansados del alto costo de la vida, dicen estos grupos y así lo expresan con su voto. Los demócratas ignoraron el poder políticamente destructivo de la inflación, y lo están pagando con creces. Pero este fenómeno no solo lo estamos observando en los Estados Unidos. Tanto países europeos como latinoamericanos y asiáticos se mueven precipitadamente hacia la derecha en el espectro político. Y no hay que irnos muy lejos, precisamente nuestro país esta bajo las mismas tendencias. Nuestra oposición lo llaman dictadura, yo en lo personal no concuerdo.

¿Es esta centralización del poder, un factor necesario para poder afrontar un ambiente de continuas emergencias climáticas y sociales?



En esta época de emergencias superpuestas -huracanes, un brote de gripe aviar, pandemias, dos guerras regionales-, las amenazas a las cadenas de suministro se están convirtiendo en algo habitual. Cada una de estas amenazas conlleva el riesgo de inflación y su poder para desestabilizar gobiernos, incluyendo el nuestro. Siendo este ambiente perpetuo de emergencias en todos los continentes de nuestro planeta, constituyéndose en la nueva normalidad, algo que tenemos que realizar es que necesitamos nuevos medios de protección para sostener vivas nuestras sociedades y nuestra democracia.

Cualquier profesional especializado en emergencias, sabe que la centralización del poder de decisión es fundamental para poder confrontar una emergencia efectivamente. La organización exitosa en estas circunstancias es vertical, sumamente vertical. Las emergencias no gustan de organizaciones horizontales ni grupos focales, ni decisiones consensuadas, actitudes condenadas al fracaso perenne. Por ello, una pregunta pertinente es si gobiernos con centralización del poder, están mejor equipados para liderar en esta nueva normalidad.

Un estudio recientemente publicado de la universidad de Massachusetts (Implicit Coordination in Sellers' Inflation: How Cost Shocks Facilitate Price Hikes), Weber y colaboradores analizaron más de 130.000 llamadas sobre resultados de empresas estadounidenses que cotizan en bolsa y descubrieron que las empresas pueden coordinar las subidas de precios en torno a las crisis de costes. Esto permitió a las empresas, en general, repercutir o amplificar el impacto del aumento inicial de los costes en respuesta a las crisis tras Covid-19 y la guerra de Ucrania. En otras palabras, las crisis económicas producidas por estas emergencias se tradujeron en una oportunidad para diversas empresas para subir los precios y proteger o incluso aumentar los beneficios.

El peso económico de la emergencia fue trasladado a las poblaciones con menos poder económico y mayor vulnerabilidad. El poder económico, dada la oportunidad, trata de beneficiarse sin importar las consecuencias sociales o políticas de sus actividades lucrativas. Los ejecutivos de las grandes compañías multinacionales adoran las emergencias, sino pregúntenle a Elon Musk. Por lo general las situaciones de emergencia brindan oportunidades al gran capital y sus negocios al producir una disrupción entre la oferta y demanda, así como los mecanismos de la competencia. Por ejemplo, el petróleo. Cuando la demanda se desplomó de la noche a la mañana porque la gente se quedó en casa durante los paros, las empresas de combustibles fósiles, enfrentadas de repente a un colapso sin precedentes de la demanda, cerraron algunos de sus campos petrolíferos y refinerías de mayor coste. Cuando la demanda se recuperó, el resultado fue una escasez que condujo a márgenes récord.

Todo parece indicar que las emergencias en nuestro planeta continuaran-climatológicas, epidémicas, guerras- por ello, herramientas para proteger la estabilidad económica son, hoy más que nunca, necesarias. De lo contrario, si continuamos dejando libre al culto a la acumulación de riqueza sin límite, estaremos poniendo en riesgo la misma supervivencia de la especie. Son tiempos difíciles los que confrontamos, tiempos que necesitan de soluciones innovativas y en muchos casos de difícil implementación. Pero al final no tenemos muchas alternativas.