En mi columna anterior analizaba la magnitud del riesgo de corrupción que implica la nueva Ley de Creación de la Red Nacional de Hospitales. Como se mencionó entonces, estudios de la OMS, el Banco Mundial y Transparency International estiman que entre el 10% y el 25% del gasto mundial en salud se pierde debido a la corrupción. Si aplicamos ese escenario al presupuesto nacional adjudicado al Ministerio de Salud —que en 2024 ascendió a $1,262 millones—, estaríamos hablando de hasta $315 millones que podrían terminar en bolsillos privados. El impacto de semejante fuga de recursos sobre el acceso y la calidad de los servicios públicos resulta evidente.
De ese total, el área de compras de medicamentos e insumos médicos constituye uno de los focos más vulnerables. Diversos análisis señalan que entre el 40% y el 60% de los casos documentados de corrupción en el sector salud están vinculados a los procesos de adquisición y suministro. Por ello, en esta ocasión examinaremos los riesgos específicos de corrupción asociados al mecanismo de compra de medicamentos establecido en la Ley de Creación de la Red Nacional de Hospitales.
La Ley de Creación de la Red Nacional de Hospitales establece que esta entidad contará con un sistema propio de vigilancia y control de calidad para los medicamentos adquiridos, regulando su compra e importación sin supervisión de la Superintendencia de Regulación Sanitaria, sino bajo normas internas propias. Para medicamentos adquiridos en el extranjero, se aceptarán certificaciones internacionales de Buenas Prácticas de Manufactura y Certificados de Productos emitidos por la Organización Mundial de la Salud u otras autoridades competentes. Además, la Red dispondrá de un laboratorio propio para verificar que los medicamentos cumplan con estándares nacionales, regionales e internacionales de eficacia, seguridad y calidad.
Este sistema busca garantizar la calidad y control en la adquisición de medicamentos para los hospitales que integran la Red Nacional, promoviendo transparencia y seguridad en la atención médica.
La compra de medicamentos puede realizarse mediante varios métodos: contratación directa sin competencia, requiriendo cotizaciones; compras internacionales invitando proveedores extranjeros calificados sin anuncio público; y compras en línea cuando sean más beneficiosas. Estos métodos buscan brindar flexibilidad y eficiencia, priorizando la calidad y el cumplimiento de especificaciones técnicas.
En la evaluación de ofertas se da mayor ponderación a la calidad, además del precio y cumplimiento técnico. Se exigen garantías mínimas de un año sobre el buen funcionamiento o calidad de los medicamentos adquiridos.
Este proceso garantiza la adquisición eficiente y de alta calidad para la atención médica en la Red Nacional de Hospitales.
El proceso de la Red Nacional de Hospitales se diferencia del utilizado por el Ministerio de Salud (MINSAL) principalmente en cuatro áreas: autonomía, certificaciones internacionales, laboratorio de control de calidad e independencia en sus procedimientos. Esto refleja la descentralización y autonomía de la Red en la gestión de sus compras y operaciones. Un punto importante es que la Red Nacional de Hospitales tiene autonomía plena en la regulación, vigilancia, compra e importación de medicamentos, insumos médicos y equipos. No está supervisada por la Superintendencia de Regulación Sanitaria ni se rige por las disposiciones del Sistema Nacional Integrado de Salud, salvo en casos específicos no regulados por la institución propia. Esta autonomía le permite manejar un régimen especial de adquisiciones fuera de la Ley de Compras Públicas y operar con un sistema interno más flexible y propio para garantizar la calidad y eficiencia en la atención médica.
Este proceso de compra que propone la nueva ley está alineado con los estándares internacionales, incluyendo los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El proceso incluye una certificación de buenas prácticas de manufactura, un certificado de productos farmacéutico también incluye la creación de un laboratorio de control de calidad. Estos requisitos aseguran que los medicamentos adquiridos cumplen con los estándares internacionales de calidad y seguridad promovidos por la OMS.
La nueva Ley de Creación de la Red Nacional de Hospitales busca modernizar y flexibilizar la gestión en la adquisición de medicamentos e insumos médicos, estableciendo un sistema autónomo con control de calidad interno y alineado con estándares internacionales como los de la OMS. Sin embargo, dada la prevalencia histórica y mundial de la corrupción en el sector salud y la vulnerabilidad particular de los procesos de compra de insumos, esta autonomía y flexibilidad también representan riesgos significativos de corrupción y pérdida de recursos públicos. Por ello, resulta imprescindible que la implementación de esta ley vaya acompañada de mecanismos sólidos de transparencia, supervisión independiente y rendición de cuentas para evitar que una parte importante del presupuesto destinado a la salud termine en manos privadas, protegiendo así el acceso y la calidad de los servicios públicos para la población. Solo con controles efectivos se podrá garantizar que la Red Nacional de Hospitales cumpla con su objetivo fundamental: brindar una atención médica eficiente, segura y equitativa para todos.
*El Dr. Alfonso Rosales es médico epidemiólogo y consultor internacional