Después de más de 16 años con un servicio intermitente, el distrito de San Alejo, en La Unión, inauguró este miércoles un nuevo sistema de abastecimiento de agua potable, una obra liderada por la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA), en el marco del Programa AKUAL, una iniciativa de cooperación entre el país Vasco (Euskadi) y Centroamérica.
La ceremonia contó con la participación del presidente de ANDA, Jorge Castaneda; el gerente distrital de San Alejo, Manuel Torres; el representante del distrito, Cecilio Herrera; así como delegados del Programa AKUAL, entre ellos la organización Euskal Fondoa y la ONG salvadoreña SABES.
“Este es un ejemplo concreto de cómo la cooperación internacional puede tener un impacto real en la vida de las personas. Pasar de una escasez crónica a un acceso diario al agua no es sólo una mejora técnica, es una cuestión de derechos, seguridad y salud comunitaria”, expresó Aitor Landa, representante para Centroamérica de Euskal Fondoa.
La obra transforma el servicio para más de 4,750 personas, quienes anteriormente recibían agua únicamente cuatro horas cada tres días. La red de distribución antigua, hecha de hierro galvanizado, provocaba constantes fugas y baja presión. Ahora, con una bomba de 60 HP instalada en el pozo principal, el casco urbano de San Alejo cuenta con suministro diario, estable y de mejor calidad.
ANDA reportó que el sistema tiene actualmente 792 usuarios activos del Servicio de Agua Potable (SAP), y se espera que la cifra aumente conforme la red se estabilice. También se están realizando ajustes en las tuberías para adaptarlas a los nuevos niveles de presión, con el fin de garantizar un servicio sostenible a mediano y largo plazo.
“El Gobierno del presidente Nayib Bukele, que le apuesta a la vida, da un paso más con socios para el desarrollo. Gracias al posicionamiento internacional de El Salvador, hoy la cooperación del País Vasco se traduce en agua 24/7 para San Alejo”, afirmó Jorge Castaneda, presidente de ANDA.
El Programa AKUAL, actualmente en su tercera edición (2024–2027), busca promover el derecho humano al agua mediante inversiones en infraestructura, fortalecimiento técnico de las instituciones operadoras, incorporación del enfoque de género en la gestión del recurso y campañas de sensibilización y transparencia.
Tras la intervención en San Alejo, el programa continuará con proyectos similares en Ciudad El Triunfo y San Jorge, ampliando su impacto en la zona oriental del país.
