Los datos revelan que desde el año 2019 a marzo de 2023, se registraron un total de 47,152 embarazos infantiles, de los cuales 15,326 ocurrieron en el 2019, siendo este el año con mayor número de casos.
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En el año 2020, el Observatorio contabilizó 12,982 embarazos en niñas y adolescentes, mientras que en los años 2021 y 2022, las cifras de casos fueron 5,975 y 10,352, respectivamente. En estos últimos dos años se reflejó un alza de 4,377, que equivale a un 42% más. Con respecto a los datos recabados en 2023, de enero a marzo de dicho año, se contabilizaron 2,517 embarazos infantiles.
De acuerdo con el coordinador de la OUDH, Jorge Rodríguez, los casos de maternidad infantil se reportaron entre las edades de 10 y 19 años, un promedio de 11,159 embarazos en niñas y adolescentes por año.
Según el representante del Observatorio, la tasa de embarazos infantiles llegó a 1.981 por cada mil niñas y adolescentes a nivel nacional.
Al detallar los casos por departamento, San Salvador encabeza la lista con 7,321 casos de embarazos en menores de edad, seguido de La Libertad con 5,259 y Sonsonate con 5,206 casos.
“Estos tres departamentos suman el 38% de la totalidad de embarazos en niñas y adolescentes”, resaltó Rodríguez.
En el otro extremo, en Chalatenango se registró la menor cifra de casos con 1,372; en San Vicente con 1,462 y en Cuscatlán se reportaron 1,617 embarazos infantiles, de 2019 a marzo de 2023.
Actos de violencia
El pasado miércoles, las autoridades del Observatorio Universitario de Derechos Humanos presentaron el “Informe sobre hechos de violencia sexual en El Salvador 2019-2023”, en el cual registraron 25,111 víctimas de violencia sexual, de las cuales 22,847 corresponden a mujeres, cifra que equivale al 91%.De la población femenina afectada, los datos detallan que el 71% de las víctimas son niñas y adolescentes, que se traduce a 16,295 entre los 0 y 19 años de edad.
El coordinador de la OUDH sostuvo que si bien es cierto, la totalidad de embarazos infantiles no esta relacionada a hechos de violencia sexual, “muchas de ellas deberian al menos poner sobre la mesa la necesidad de crear o al menos si es que ya existe de reforzar los mecanismos y protocolos para identificar para que las instituciones del Estado puedan identificar ciclos de violencia en el interior de las familias”.
Rodríguez aseveró que los registros de hechos de violencia sexual reportados en el informe con datos de las instituciones gubernamemtales no se evidencia la problemática de los embarazos en niñas y adolescentes.
“Según los registros no todos estos embarazos tienen indicios de hechos de violencia, sin embargo al ver los antecedentes de los patrones de abuso, las características de cómo esa violencia se da en espacios que pueden mermar en la posibilidad de denunciar estos tipos de violencia”, expresó el coordinador del Observatorio Universitario de Derechos Humanos de la UCA.
A inicios de octubre, la Red para la Infancia y la Adolescencia (Ria) indicó que 4,024 niñas y adolescentes embarazadas fueron inscritas en los registros de embarazos del Ministerio de Salud durante el primer semestre de 2024.