El proyecto tuvo como objetivo extraer del fondo del lago materiales contaminantes como plástico, durapax, latas, botellas, entre otros, que dañan el ecosistema, además busca preservar la biodiversidad y crear conciencia entre los visitantes del lago para que dejen de arrojar desechos en la cuenca.
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En una hora, los buzos recolectaron casi una tonelada de basura.
Los buzos expertos que realizaron la recolección comentaron que al fondo se puede percibir más basura, por lo que planificarán otras limpiezas..
El lago, además de ser una fuente de entretenimiento, es el motor del esfuerzo turístico y comercial de la zona, la contaminación no solo afecta el ecosistema sino que impacta directamente en la economía local; Oceánica lidera la iniciativa con su personal altamente capacitado, señala Alejandro Villacorta de la Fundación Coatepeque.
Villacorta señaló que aquí no se trata solo de recoger la basura del fondo del lago sino también de hacer conciencia sobre no arrojar la basura en cualquier lado, menos en el lago.
"Aquí se trata de unir esfuerzos, no solo a recoger basura sino también dejar un mensaje sobre el impacto que esta basura tiene. Queremos que todos los que hacen uso del lago retiren su basura y la depositen en los basureros asignados como corresponde".
Alejandro Villacorta,
Fundación Coatepeque.
En abril de este año, el ministerio declaró emergencia sobre el lago de Coatepeque debido a su nivel de contaminación, y su vigencia es de un año, con el objetivo de controlar y apoyar a las poblaciones afectadas y mitigar la contaminación del espejo de agua.
El lago de Coatepeque es de origen volcánico y tiene un desagüe subterráneo que alimenta a los ríos Sucio, Siquiapa, que a su vez tributan con el imponente Río Lempa, el principal manantial de El Salvador.
El espejo de agua es popular por sus cambios de color, generalmente, a turqueza. Un reciente estudio de la Universidad de El Salvador indicó que este cambio se debe a la presencia de minerales en el agua.
