Nació el 5 de noviembre, pero de 1922, en el barrio Concepción de San Salvador. “Chavelita”, como era nombrada por su mamá Concepción Rodríguez, estudió en el Instituto Nacional General Francisco Morazán (Inframen).
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Fue la tercera mujer en graduarse de la facultad de Medicina de la Universidad de El Salvador (UES) en 1948, la única mujer de su promoción. Años después sería decana de la misma escuela de educación superior. Cardióloga y fiel creyente de la investigación científica, sobre todo, ha dicho que el conocimiento solo sirve para beneficiar a los demás.
Tiene una subespecialidad en electrocardiografía del Instituto Nacional de Cardiología de México, realizado entre 1949 y 1951 y un segundo post grado en Ciencias Fisiológicas, estudiado en el mismo instituto entre 1951 y 1954.
Hace dos años, en una entrevista hecha por el programa radial Diana Verónica y Tony, describió sus orígenes: “Soy una persona que vengo de una familia modesta, que nunca movió influencias para escalar puestos, que tuvo una enseñanza muy rica, profesores muy importantes y muy comprometidos en la escuela pública”, indicó al ser entrevistada por su centenario.
En 1954 regresó al país como profesora e investigadora de la Universidad de El Salvador, en la facultad de Medicina donde laboró hasta 1972. Su currículo indica que en ese periodo “Dedicó especial esfuerzo al estudio y seguimiento de los procesos de selección y admisión no solamente de los estudiantes del área de la salud sino de toda la población universitaria”.
Entrevista >> María Isabel Rodríguez: "La vida misma me ha ido encontrando y estoy satisfecha"
Entre 1973 y 1978 hizo trabajo académico en México, Cuba, República Dominicana y Haití. En los siguientes dos años, hizo trabajo académico en Venezuela y en países de la región Andina.
Entre 1980 y 1982 fue representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en República Dominicana, dos años después coordinó un programa de formación de personal técnico de las representaciones de la OPS y entre 1985 y 1994 fue coordinadora de un programa de formación en salud internacional. En total, cerca de 20 años de trabajo por la salud a nivel internacional.
Después de su séptima década de vida, Rodríguez obtuvo el primer puesto público al llegar a la rectoría de la Universidad de El Salvador en 1999, a sus 77 años de edad.
Ella ha recordado en entrevistas las burlas que vivió por su edad, en la campaña por la rectoría. “La campaña más cruel” en su contra, provino de su contrincante cuando buscaba la rectoría de la UES. Relató que la llamaban “vieja y foránea”.
“Porque decía que yo había llegado a esos años y todavía pretendía ser rectora de la universidad, además foránea porque había estado mucho tiempo en el extranjero, pues pasé muchos años durante completé mi formación”.
María Isabel Rodríguez,
Doctora en cardiología, exministra y exrectora de la UES.
En la UES fue reelecta nuevamente para un segundo período y terminó su gestión a los 85 años de edad. Se convirtió en ministra de Salud a los 87 años, durante el gobierno de Mauricio Funes y asesora de salud y educación a los 92.
Hace dos años, en una entrevista radial dijo que la edad no es excusa para dejar de contribuir al país que se ama.
“Uno se pone a pensar, si una persona que ha trabajado seriamente, que ha formado con solidez, que se tienen pruebas que tiene capacidad de dar, que ha publicado más de 100 trabajos de buena calidad, si tiene que retirarse a guardar ese conocimiento es absurdo, hasta ridículo. ¿Hay un límite de edad? yo diría que el límite es la capacidad de dar, la capacidad de hacer, para eso hay que poner a prueba a la gente, no se puede decir a la gente que cumplió 60: Váyase”, reflexionó en ese momento una de las primeras mujeres médicos de El Salvador.
La doctora Rodríguez tiene al menos 46 publicaciones y patentes relacionadas con la investigación biomédica básica y clínica en el área cardiovascular, cuatro publicaciones en desarrollo de recursos humanos en salud, y 49 publicaciones relacionadas con Educación Médica, formación, diseño curricular e investigación de personal de salud.
En su larga vida, la exministra de Salud tiene una larga lista de reconocimientos, entre ellos, 11 honoris causa (títulos honoríficos a personajes destacados), por mencionar el de la Universidad de Guadalajara, México, en 2005; de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) de El Salvador en 2006; de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina en 2007; de la Universidad San Carlos, de Guatemala, en 2008; De la Universidad de El Salvador en 2009, entre otros.
Además, la Organización Panamericana de la Salud le entregó el mayor reconocimiento de la institución al declararla Heroína de la Salud Pública en 2015, mientras que, la Asamblea Legislativa la condecoró ese mismo año con la Orden al Mérito 5 de noviembre de 1811.