La cantidad de automovilistas detenidos por el delito de conducción peligrosa ha disminuido un 20 % en lo que va del año, según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial (Onasevi).



Del 1 de enero al 30 de mayo de 2025, las autoridades han detenido 848 conductores, una variación de 209 personas menos, respecto a los 1,057 detenidos en el mismo periodo del año pasado, es decir, una disminución del 20 %.

El promedio diario ha disminuido de siete a seis.



Con la reforma a la Ley de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, se prohíbe la circulación absoluta de conductores bajo los efectos de estupefacientes o de alcohol. Las pruebas de alcoholemia determinan si los conductores han ingerido bebidas alcohólicas.

Una modificación al artículo 147, inciso E del Código Penal, permitió calificar como delito todo grado de alcohol en conductores.

Así, los conductores de vehículos livianos pueden enfrentar una condena de 2 a 5 años de prisión y pierden su licencia por un año; en caso de transporte público o pesado, la pena oscila entre 5 y 10 años de cárcel.

Detenidos



La Policía Nacional Civil (PNC) reportó el sábado la captura de al menos dos conductores en estado de ebriedad. El primero fue identificado como Éver Mancía, con 143 grados de alcohol, quien impactó contra un comedor en el cantón San Francisco, Santa María, Usulután.

A él se sumó Mario Alvarado, quien resultó con 504 grados de alcohol en la prueba de alcotest; fue acusado de chocar contra un autobús de transporte colectivo de la ruta 109, en la carretera a Quezaltepeque.

Ambos detenidos serán remitidos a los centros judiciales, donde serán procesados por conducción peligrosa.

Hasta el 30 de mayo, el Observatorio registra 8,481 accidentes de tránsito, de los cuales 371 fueron ocasionados por manejar en estado de ebriedad, la sexta causa. En esos accidentes, 5,297 personas han resultado lesionadas y 493 personas han muerto.