“Como resultado de las predicciones más cálidas y el debilitamiento reciente de vientos alisios ecuatoriales, el equipo aún favorece un evento débil, pero ha disminuido las probabilidades de La Niña”, dice la actualización del CPC para sistema de alerta de El Niño que emiten cada mes.
Según el informe, estas condiciones débiles de La Niña señalan que “sería menos probable que resulte en impactos convencionales invernales, aunque señales predecibles pudieran influenciar la guía de pronósticos”.
Añaden que aún hay un 60 % de probabilidad del desarrollo de La Niña desde el mes anterior de septiembre hasta noviembre y que ésta persista hasta enero y marzo del 2025.
En septiembre, el CPC ya adelantaba que La Niña pronosticada sería “débil y de corta duración”, cuando aún tenía un 71 % de desarrollo en el océano.
Hasta la finalización de septiembre, los expertos dicen que el Niño neutral siguió en los océanos y ya habían señalado que se mantendría hasta octubre.
El fenómeno de El Niño implica una reducción en las lluvias y puede causar sequías, mientras que La Niña es abundancia de lluvias, pero su aparición está asociada con inundaciones y tragedias del invierno.
¿Qué ha ocurrido?
Entre septiembre y octubre, huracanes y tormentas tropicales han azotado la región centroamericana, y han surgido tanto del océano Atlántico como del Pacífico.Primero, John se formó en el Pacífico y azotó a México, especialmente la costa y en los estados de Michoacán, Oaxaca, y Guerrero donde dejó al menos 20 muertos, además revivió recuerdos de la destrucción de Acapulco cuando Otis causó miedo y pavor.
Paralelamente Helene surgió como tormenta tropical el 24 de septiembre en el Atlántico y evolucionó a categoría 4, manteniendo abundante humedad sobre El Salvador. En Estados Unidos se convirtió en el ciclón más mortífero desde Katrina.
Luego, la depresión trocial 11-E se formó siguiendo los pasos a John, en el Pacífico, y mantuvo la humedad en el sur de México y el resto de Centroamérica, pero no evolucionó.
Recientemente el huracán Milton fue el responsable de las últimas lluvias en El Salvador y por supuesto de decenas de muertes en Florida, Estados Unidos, donde llegó como huracán categoría 3.
Situación en El Salvador
En El Salvador, la llegada del invierno se retrasó, pero su inicio fue violento con una serie de tormentas y un temporal que dejó 19 fallecidos oficialmente y más de 4,200 evacuados.
En junio, el ministro de Medio Ambiente, Fernando López, anunció que El Niño ya estaba en fase neutra y que se acercaba La Niña.
La región ha estado bajo la influencia del fenómeno de El Niño desde junio de 2023, cuando se confirmó el aumento de las temperaturas en el Océano Pacífico, y aunque se creía que este fenómeno se mantendría todo el año 2024, a finales del año pasado, la previsión cambió anticipando la llegada de La Niña.
En julio reciente, el país tuvo una canícula que propició una sequía meteorológica de hasta nueve días secos consecutivos en Conchagua, La Unión, que se rompieron con la llegada de tormentas y ondas tropicales al país.
En agosto pasado, el ministro de Medio Ambiente dijo que las lluvias se incrementaron tras la finalización de la canícula y que hubo una situación de lluvia arriba de lo normal. Sin embargo, la primer semana de septiembre ha tenido un comportamiento atípico con faltante de lluvias, a pesar del paso de ondas tropicales que han afectado puntualmente algunas zonas del país.