Verónica Guerrero reveló en el podcast "Florecer la Fe" que su camino hacia la maternidad no fue fácil ni convencional, pues apuntó que se casó a los 35 años, luego de plantearse la opción de tener hijos por su cuenta si no encontraba una pareja estable.
"Yo le había dicho a mi mami: si a mis 33 o 34 no encuentro a alguien para hacer familia, yo voy a tener mis hijos", confesó en el programa liberado este fin de semana. Guerrero aseguró que, desde siempre tuvo claro que quería ser madre, más allá de las expectativas sociales o familiares.
La influencer, hoy de 52 años, reflexionó sobre lo difícil que puede ser encontrar pareja, cuando las prioridades cambian. "Te vas volviendo más exigente y lo que antes no era tan importante ahora sí lo es", dijo.
Según relató, con el tiempo aprendió a reconocer lo que realmente quería: un compañero con valores sólidos y visión de hogar. Esa claridad, aseguró, la ayudó a enfrentar la presión externa sin perder el enfoque en su propio bienestar. Fue así que en 2008 contrajo matrimonio en con el empresario Juan Carlos Alarcón Moreira.
Su experiencia como esposa y madre también estuvo marcada por altibajos. Tras varios intentos, se enteró de su primer embarazo a los tres meses de gestación y dio a luz a su hija Montserrat. Tiempo después nació su segunda hija, Romina.
Pero el tercer embarazo la tomó por sorpresa: "Sentí la presión de un tercer bebé", confesó, y lamentablemente lo perdió a los tres meses de embarazo. Guerrero compartió que despidió a su hijo en un acto íntimo y simbólico, con globos celestes, sin saber si realmente sería un varón.
"Fue muy duro", dijo, reconociendo que el duelo fue un proceso necesario. Nunca volvieron a planear más hijos, pero se sienten completos con sus dos hijas tan talentosas como su misma mamá.
