Kevin Calderón —mejor conocido como KC— se ha consolidado como una de las voces emergentes más versátiles de la música urbana en El Salvador. Su historia comenzó con una guitarra y un cancionero de su abuelo, y luego pasó por los escenarios sinfónicos antes de lanzarse como solista y productor.
Este 2025, KC presenta su EP "¿Qué somos, qué fuimos?", una obra conceptual de seis canciones que exploran las fases del amor moderno, con el sencillo "Paraíso" como una promesa de reencuentro emocional. Entre el estudio, los escenarios y las redes sociales, KC apuesta por una carrera construida con autenticidad, evolución y equilibrio.
Empezaste en la música a los nueve años...
Sí, empecé a los nueve años en la música influido por mi familia, ellos fueron los que me involucraron, que aprendiera guitarra con mi abuelo y todo, me daba como cancioneros para sacarle acordes. Empecé así en la música yendo a escuelas. Un día, mi abuela se dio cuenta de una orquesta en Santa Ana, que también había aquí en San Salvador, llamada Orquesta Esperanza Azteca y luego pasó a ser Orquesta Sinfónica de San Salvador, cuando la agarró la alcaldía, eso fue a la edad de 12 o 13 años. Me desarrollé, toqué violín; yo ya sabía tocar guitarra, tenía conocimientos musicales y también de solfa. Estuve ahí como cinco años y salí en 2019.
Ahí digamos que empezó como ese cambio, ese chip para empezar a ser artista solista. Pero yo sentía que ya era tiempo, aunque era bonito estar en la sinfónica, compartir los repertorios, los conciertos, los teatros, yo toque en los Teatros en San Salvador, en el Palacio Nacional de Santa Ana.
Decidiste lanzarte como artista solista... Sí, sentía que no era algo enfocado en mí, sino que era uno más de la orquesta y quería hacer algo más por mi cuenta y así fue como empecé a lanzarme como solista.
¿Cómo elegiste la guitarra y el violín como tus instrumentos? La guitarra por mí y la influencia de mi familia, siempre me ha gustado. El violín no fue que lo elegí; sino que, en la sinfónica yo audicioné y ellos me pusieron ahí; al final me gustó mucho cómo me desarrollé ahí y me pusieron en violín porque era de cuerdas, igual que la guitarra. Yo sé leer música, eso me ayudó un poco para poder encajar.
¿Cómo diste ese salto de la música académica al género urbano? Fue un proceso, no fue como que de un solo año. Siempre me ha gustado la música de Sebastián Yatra, de José Luis Perales, de esos artistas así como un poquito más clásicos, un poquito más pop y yo empecé así. De hecho, mi primera canción fue un pop, un pop balada. Luego saqué un pop urbano, un poquito más al estilo Piso 21; después, empecé a sacar un poquito más urbano, porque me gustó cómo sonaba yo en ese género.
Sin embargo, ya tenía grabada yo varias baladas, al final ya no salieron porque cambié de género, me estaba encontrando, ver qué quería hacer. Todos me decían que ya no estaba en la Sinfónica, que ahora cantaba reggaetón, pero era era cool, porque era lo que yo hacía, porque me gustaba hacerlo, porque me gustaba cómo sonaba.
¿Qué elementos de tu formación clásica siguen vivos dentro de tus producciones? Lo que conservo en mis mis producciones o en mis composiciones es esa vibra que yo les pongo a la hora de componer, a la hora de crear, porque también soy productor aparte de artista. Me gusta meter algún adorno, algo que suene clásico. De hecho, tengo una canción algo viejita que tiene unos violines.
¿Qué te gusta más, producir o cantar? Las dos cosas. Es que cada cosa tiene su lado chévere. Producir me gusta mucho porque me desenvuelvo superbien, le produzco a los artistas, comparto y gracias a la producción es que he tenido muchas experiencias, o sea, por ejemplo, yo trabajo en Colombia y he viajado a otros países a producir también y también como artista. Siento que eso es como equilibrarlo.
¿Crees que la música en El Salvador ha cambiado? Sí, bastante. Siento que en los últimos años hay un poquito más de apoyo. Las redes sociales han ayudado mucho a que varios artistas puedan crecer. Creo que la pandemia fue un punto muy importante para que muchos artistas se encontraran y pudieran o hacerse artistas o los artistas que estaban empezar a hacer las cosas bien.
¿Subes tu música a TikTok? Sí, sí, hago contenido ahí. Ahorita estoy un poquito ahí, entre lo artista y lo influencer. Tengo mi equipo de trabajo que me ayuda en todo eso, desde el marketing y demás y sí, subo contenido a TikTok, en Instagram y también shorts en YouTube.
Hablemos de “Paraíso”, ¿cómo nace la idea de este tema de este trabajo? Ese tema tiene varios años escrito y antes era otro género, era un reggaetón un poquito tropical que lo hice con mi equipo de Colombia. Pero hace no mucho, antes de que se diera este boom con el afro, decidimos cambiarlo de género. Tuve que volver a regrabar voces e hicimos la canción otra vez, desde cero, con la misma letra.
¿De qué trata “Paraíso”? El concepto más que todo es manifestar que va a llegar el momento justo, que esté la persona correcta, en el momento correcto. Manifestar que el amor siempre se puede dar, el amor va a llegar o va a llegar esa persona con la que compartir.
¿Te resulta fácil escribir? No tanto, fluye bastante y me gusta escribir cuando siento que puedo escribir. Porque yo soy muy así; por ejemplo, ahorita tengo quizás unos seis días que no he hecho una canción y no es porque yo no quiera hacerlo, sino que no me he puesto en el ánimo de hacerlo, entonces, no me gusta escribir por escribir. Sí tengo una idea, la escribo y la grabo, una frase, y eso después me sirve para conectarlo y puedo hacer una canción de todas las frases grabadas. Ya veo qué le pongo o pienso un concepto y ya la combino.
Hablemos del EP que incluye tu tema “Paraíso” El EP salió en enero. Yo tenía pensado lanzarlo el año pasado pero por las cuestiones de distribución porque cambié de distribuidora, no se pudo gestionar, entonces salió este año. Ese EP es como una historia, tiene seis canciones que “Paraíso” forma parte de él. El EP se llama “Que Somos, Que Fuimos” y trata sobre no saber en qué punto estás en la relación o con una persona. Empieza con “BF”, que es una historia de amor de amigos, que se conocen y se hacen novios; pero, ese tema en la historia es el último tema, yo lo puse al inicio para que represente un bucle, así cuando uno llega al último que es “Paraíso”, tiene que empezar desde el primero para volver escuchar otros de los temas.
Luego sigue "¿Qué somos?", qué es el main track. Es un como reggaetón tipo Nsqk y ese estilo y habla sobre estar en un limbo, un casi algo, pero no saben qué son, ni qué fueron. Le sigue “Quédate” que es un pop rock y trata de que esa persona ya no está, se fue y uno queda como dolido, pero al mismo tiempo diciéndole todo lo bonito que fueron; pero viene “Déjalo”, balada acústica que narra que ya está con alguien más y yo le digo que soy mejor que esa persona. Después, tenemos “Solo para mí” y por último “Paraíso”, después de todo lo que se ha vivido, va a llegar el momento en el que estamos juntos otra vez, con esa o con otra persona; depende, como uno lo quiere interpretar, por eso lo deja muy abierto para no encasillar verdad.