El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, instó al papa Francisco este jueves a que se pronuncie en contra de la "propaganda perversa" difundida, según él, durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París.
En un momento de la ceremonia aparecían bailarines y drag queen reunidos en torno a una mesa, una escena que recordaba a la última cena que Jesucristo compartió con los apóstoles, según la tradición cristiana.
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Los organizadores indicaron que su idea era representar una fiesta pagana y que no buscaban ofender a nadie pero Erdogan, grupos católicos, el candidato a la presidencia estadounidense Donald Trump y la portavoz de la cancillería rusa, entre otros, criticaron ese fragmento, tachándolo de "irrespetuoso".
"El presidente Erdogan dijo que con el pretexto de la libertad de expresión y la tolerancia, se pisoteó la dignidad humana y se ridiculizaron los valores religiosos y morales, ofendiendo a musulmanes y cristianos de todo el mundo", informó la presidencia turca en un comunicado.
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"Él sintió que era necesario alzar las voces juntos", agregó el comunicado, lanzando un llamado al papa.
Erdogan, que el martes había anunciado su intención de llamar al sumo pontífice para denunciar la "inmoralidad" de ese evento, lamentó "el menoscabo de los valore religiosos, la propaganda perversa y el colapso moral hacia el que está cayendo el mundo con los Juegos Olímpicos", según el comunicado.
El presidente turco, que suele señalar a la comunidad turca LGTBQ (lesbianas, gays, trans, bisexuales y 'queer'), debía asistir a la ceremonia pero afirmó que una advertencia de su nieta lo disuadió de ir.