"Interior Chinatown", una serie detectivesca en la que un mesero asiático se convierte en el improbable héroe de una conspiración criminal policíaca, satiriza el tratamiento estereotipado que Hollywood le da a las minorías al tiempo que muestra el progreso que ha dado la industria con cierto retraso.

La nueva serie de Disney está basada en la aclamada novela de Charles Yu, autor estadounidense de ascendencia taiwanesa.

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El éxito de ventas de 2020 trajo una bien humorada perspectiva del racismo en la sociedad estadounidense a través de las aventuras de Willis Wu, un extra de Hollywood que sólo conseguía roles como un oriental de fondo pero quien soñaba con convertirse un día en algo como el hombre del Kung Fu.

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Yu figura como el director creativo de la serie de televisión. "Crecí viendo televisión en los años 1980 y 1990, y nunca veía a asiáticos. Era como si no existieran", dijo en julio en una rueda de prensa.

"Existían en la vida real, cuando salía a la calle, pero no en mi pantalla. Y eso me impulsó a querer contar esta historia".

Apenas una década atrás, la creación literaria de Yu habría sido ignorada en Hollywood. Pero recientemente, exitosas producciones asiático-estadounidenses como "Locamente millonarios" y "Todo en todas partes al mismo tiempo", sin contar la oscarizada "Parásitos" y el fenómeno "El juego del calamar", probaron el apetito comercial para diversas narrativas.

Jimmy O. Yang, actor estadounidense de origen hongkonés, que trabajó en "Locamente millonarios", encarna a Wu en "Interior Chinatown".

Y el cineasta ganador del Óscar, Taika Waititi ("Jojo Rabbit") dirige el episodio piloto.

Metáfora

Wu es presentado como un mesero cualquiera de un restaurante en el Chinatown de Los Ángeles.

Pero, rápidamente se le muestra como parte de una operación policíaca.

En estas escenas, "Interior Chinatown" adopta los códigos visuales de un drama policial de televisión.

Wu permanece relegado al personaje de fondo, mientras que el dúo de policías -uno blanco y uno negro- resuelve los crímenes.

Y lo que es aún más extraño, aparecen cámaras inexplicables filmando a Wu y sus colegas, lo que recuerda a "The Truman Show. Historia de una vida".

La distorsión de la realidad se hace eco de la premisa de la novela original, escrita a su vez en forma de guión televisivo.

"Es una gran metáfora de lo que significa ser asiático-estadounidense en este país", dijo Yang.

"Pero al mismo tiempo, es una historia universal, la de alguien que ansía ser más, alguien que se encuentra a sí mismo en su carrera".

Cuando Wu es testigo de un secuestro, los giros de la trama llevan a este actor de fondo a tomar roles cada vez más importantes en la intriga criminal.

"Pasa a ser como una estrella invitada. Y luego el tipo de técnica, que claro, yo interpreté antes. La verdad es que tiene muchos paralelismos con mi propia carrera", afirma Yang.

"Sueño hecho realidad"

La serie cuenta con diálogos en inglés, mandarín y cantonés.

Entre sus personajes está Lana Lee, una policía novata asiática-estadounidense, a quién sus jefes le asignan un caso en Chinatown tras asumir de forma incorrecta que ella debe conocer el barrio chino.

La ironía no pasó desapercibida para la actriz Chloe Bennet, nacida Chloe Wang de padre chino y madre blanca estadounidense, que en la vida real tuvo que cambiar su apellido para conseguir papeles en Hollywood.

"Mi trayectoria en la industria es tan intrínseca para Lana", dijo refiriéndose a su personaje en una rueda de prensa.

"Al principio de mi carrera literalmente me dijeron 'no eres suficientemente blanca para ser la protagonista, pero no eres suficientemente asiática para ser la asiática'".

Fatty Choi, el mejor amigo de Willis interpretado por el comediante Ronny Chieng ("The Daily Show"), ofrece un divertidísimo contrapunto a las nociones preconcebidas del público sobre los asiáticos como "minoría modelo".

Adicto a los videojuegos y a la marihuana, Choi regaña de forma agresiva a los clientes blancos del restaurante diciéndoles que "no son el centro del universo".

"Hacer algo con un comentario social, tan divertido, tan meta, tan alucinante y tan inteligente, pero sin martillar a la gente con el mensaje, es un sueño hecho realidad", dijo.