Después de más de medio siglo de trayectoria, María Antonieta de las Nieves ha decidido guardar para siempre los característicos lentes, las trenzas y la voz chillona de La Chilindrina, el entrañable personaje que conquistó a Latinoamérica a través de El Chavo del 8. La actriz, de 75 años, anunció su retiro de los escenarios durante una entrevista con Matilde Obregón, donde reveló que su última gira fue este año en Perú.
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“La Chilindrina ya se fue”, expresó con serenidad, recordando los exigentes días en el circo donde ofrecía funciones diarias. Aunque no descarta aparecer en entrevistas o promocionales, la intérprete aseguró que ya no continuará con el ritmo maratónico de presentaciones que mantuvo durante décadas. Ahora, busca disfrutar de su hogar, de sus tres perras y de actividades que había postergado, como la cocina, la pintura y el baile.
La actriz explicó que su decisión responde principalmente a motivos de salud y bienestar personal.
En 2024, la estrella mexicana había anunciado su retiro de los escenarios porque “no quiere dar lástima”, según lo declaró al periódico El Colombiano de Medellín.
@matilde_obregon Una sobredosis casi le cuesta la vida a “La Chilindrina” #matildeobregon #lachilindrina #elchavodel8 #chespirito #chilindrina ♬ sonido original – Matilde Obregon
Su carrera ha sido sinónimo de constancia y entrega. En 2021, Guinness World Records la reconoció por mantener la carrera más larga interpretando al mismo personaje, dando vida a la hija de “Don Ramón” desde el 20 de junio de 1971. Desde niña, María Antonieta mostró talento artístico: estudió danza, debutó en televisión con El pájaro azul y más tarde se consagró en la comedia junto a Roberto Gómez Bolaños.
El adiós llega después de un año difícil. Durante su gira por Perú, la actriz sufrió una crisis de salud que la obligó a regresar a México para ser hospitalizada.
“Estaba tomando 19 pastillas al día, no sé de qué ni para qué”, confesó, explicando que una baja de sodio derivó en un deterioro neurológico. Pese a ello, María Antonieta se muestra en paz: “Estoy en mi casa viendo mi tele y soy feliz”.
Así, cierra uno de los capítulos más emblemáticos en la historia de la comedia latinoamericana.
