El actor español Javier Bardem confesó que atravesó una profunda depresión durante la filmación de la aclamada película "No Country for Old Men" ("No es país para viejos"), producción por la cual obtuvo el premio Óscar y consolidó su estatus en Hollywood.



En una entrevista con The New York Times publicada este domingo, Bardem relató que vivía momentos personales difíciles tras haber terminado una relación amorosa. "Estaba desconectado del placer de la vida. Nunca llegué a pensar cosas oscuras, pero estaba triste. Tardé un tiempo en salir de ella", expresó.

El actor reconoció que fue su compañero de reparto, Josh Brolin, quien le ayudó a superar esa etapa. "Abría las ventanas, literalmente, porque yo vivía en esta casa oscura. Él abría las cortinas y me llevaba a dar un paseo. Empecé a sentirme como: 'Oh, hay alegría. Tengo la bendición de estar vivo'", confesó Bardem.



Aseguró que al finalizar el rodaje ya se sentía "una persona diferente", aunque no ocultó que filmar en ciudades de Texas le resultó incómodo. "Sentía algunas miradas y comportamientos hacia mí que no eran los más agradables", afirmó.

La entrevista también abordó aspectos íntimos de su vida familiar, incluida su relación con la actriz Penélope Cruz, con quien tiene dos hijos. Bardem reveló que Cruz enfrentó una depresión posparto que en ese momento le costaba comprender. "No era capaz de captar la dimensión de lo que era. Pero más tarde lo hice", explicó, al tiempo que elogió el coraje de su esposa.

El actor confesó que su límite sin ver a sus hijos es de dos semanas, y que ha llegado a volar a Madrid en sus días libres durante los rodajes. "Una vez pasamos tres semanas separados y mi cuerpo tuvo reacciones físicas de dolor y tristeza", recordó.

Bardem también rememoró su infancia junto a sus hermanos bajo el cuidado de su madre, la fallecida actriz Pilar Bardem, a quien describió como "tan sensible y ligera como una mariposa, y tan feroz como un león".