La escritora Isabel Allende, tras haber sido investida doctora honoris causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo este jueves 22 de mayo en el Instituto Cervantes de Madrid, ha asegurado que siempre ha sido una extranjera, viajera involuntaria y una refugiada, por lo que la literatura ha sido para ella un ejercicio de "memoria".





He sido siempre extranjera, viajera involuntaria, refugiada, inmigrante. Estoy de visita en la tierra. Para aquellos que carecemos de raíces, la memoria es indispensable para mantener continuidad. Nadie es testigo de nuestra existencia fragmentada. Necesitamos recordarla. La memoria y la literatura son inseparables".

Isabel Allende
Escritora chilena.





Así, Allende -que ha bromeado diciendo que no se merece el reconocimiento- ha explicado que tanto la memoria como la literatura la han "definido", para después precisar que escribe porque quiere "preservar cada historia humana".



La autora, que ha escrito 30 libros y tiene pensado escribir más si le alcanza la vida, ha explicado que sigue siendo la misma activista de siempre, aunque ahora con más humildad porque es consciente de sus limitaciones, reconociendo que su contribución es una gota de agua en un desierto de necesidades.



"¿Cómo puedo estar contenta en un mundo que parece estar rompiéndose a pedazos? Porque sé que todo cambia, todo pasa. El péndulo va y viene, pero la humanidad progresa y evoluciona. Tropezamos, caemos, nos levantamos y seguimos andando", ha añadido.

Lee además:
"Isabel Allende dice que se irá de EE.UU si la situación con Trump se pone "color de hormiga"".



Ha concluido asegurando que escribirá hasta su "último soplo de vida" si le alcanza el cerebro, como un acto de "esperanza, solidaridad y redención". "Espero seguir escribiendo hasta mi último soplo de vida si me alcanza el cerebro. Si no escribo, se me seca el alma", ha terminado.



Allende visita España con motivo de la publicación este martes 20 de mayo de su nueva novela "Mi nombre es Emilia del Valle", una historia de amor y de guerra protagonizada por Emilia del Valle, un personaje del universo más fértil de Isabel Allende, la saga Del Valle, que empezó con su obra maestra "La casa de los espíritus" y continuó con "Hija de la fortuna" y "Retrato en sepia".




En la Caja de las Letras



La Caja de las Letras del Instituto Cervantes ha recibido este jueves el legado permanente de la escritora chilena Isabel Allende, que ha depositado la segunda copia del manuscrito de "La casa de los espíritus", una de las primeras ediciones de su obra "Paula", una carta de una lectora y fotografías con el expresidente estadounidense Barack Obama, Antonio Banderas o con varios presidentes de Chile, entre otros objetos.



"Si uno vive lo suficiente los círculos se cierran y eso es mi legado. Muchísimas gracias", ha agradecido Allende tras depositar los objetos que conforman su legado.



Así, la caja 989 del Cervantes guardará ese segundo manuscrito con las correcciones que la autora hizo del primero, un libro con el que comenzó su carrera como novelista en 1982 exiliada en Venezuela, a donde huyó por la dictadura militar de Chile en 1975. También ha incluido una de las primeras ediciones de esta obra con la primera portada.



"En ese momento era muy moderna, sigue siéndolo y se ha repetido varias veces. Lo han hecho para el aniversario de los 25 años, de los 40 años y se seguirá haciendo, sigue siendo vigente", ha explicado Allende, acompañada de la secretaria general del Cervantes, Carmen Noguero; el embajador de Chile en España, Javier Velasco Villegas; el rector magnífico de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Carlos Andradas; la agente literaria Johanna Castillo; y su nuera Lori Barra, fotógrafa y diseñadora gráfica.