El príncipe Andrés, duque de York y hermano del rey Carlos III del Reino Unido, anunció este viernes que renuncia a todos sus títulos y honores reales, con el fin de evitar que las acusaciones en su contra desvíen la atención del trabajo de la familia real británica.
“Tras conversaciones con el Rey y mi familia inmediata y más amplia, hemos concluido que las continuas acusaciones contra mí distraen del trabajo de Su Majestad y la Familia Real”, expresó Andrés en una breve declaración difundida por el Palacio de Buckingham.
Las acusaciones que menciona hacen referencia a su relación con el fallecido magnate y pedófilo convicto Jeffrey Epstein, así como a recientes escándalos que lo vinculan con un presunto espía chino. Aun así, el príncipe afirmó que “niega rotundamente” todos los señalamientos y justificó su renuncia como un acto de deber hacia su país y la monarquía, tal como lo hizo cuando se retiró de la vida pública en 2019.
Entre los títulos a los que renunció se encuentran el de duque de York, conde de Inverness (Escocia), barón Killyleagh(Irlanda del Norte) y su pertenencia a la Orden de la Jarretera, la más antigua y prestigiosa de caballería del Reino Unido. Sin embargo, mantendrá el título de príncipe, que le corresponde por nacimiento como hijo de la reina Isabel II.
Su exesposa, Sarah Ferguson, también dejará de usar el título de duquesa de York, mientras que sus hijas, Beatriz y Eugenia, conservarán sus títulos de princesas, según reportes de medios británicos.
La decisión se produce tras nuevas revelaciones que agravaron la presión pública sobre el duque. Esta semana, medios británicos publicaron un correo electrónico que Andrés habría enviado a Epstein, donde le decía: “estamos juntos en esto” y le prometía mantenerse en contacto. El mensaje fue enviado poco después de que Epstein se declarara culpable de solicitar sexo a una menor y en medio de la polémica por una foto del príncipe con Virginia Giuffre, entonces de 17 años.
Giuffre falleció en abril pasado a los 41 años, y este jueves se publicaron sus memorias póstumas, en las que acusa al príncipe de creer que tener sexo con ella era “su derecho de nacimiento”.
En 2022, Andrés llegó a un acuerdo extrajudicial y pagó varios millones de dólares para desestimar la demanda, aunque siempre negó las acusaciones.
La figura de Epstein también salpica a Sarah Ferguson, quien fue retirada de varias organizaciones benéficas infantiles después de que se filtraran correos en los que lo llamaba “amigo supremo”.
A finales de 2024, Andrés fue involucrado en otro escándalo por sus vínculos con un supuesto espía chino, lo que generó preocupaciones de seguridad nacional en el Reino Unido. Según revelaciones, mantenía un canal de comunicación directo con el presidente Xi Jinping para facilitar negocios con China.
