Brian Quijada ha construido una carrera artística que trasciende fronteras. Dramaturgo, actor, compositor y director artístico, este salvadoreño-estadounidense ha hecho de la identidad, la inmigración y la memoria cultural el corazón de su obra.
Desde escenarios regionales hasta grandes espacios en Nueva York, su nombre se ha convertido en sinónimo de innovación teatral, y hoy vuelve a brillar con "Mexodus", su más reciente puesta en escena.
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Hijo de Eduardo y Reina Quijada, inmigrantes salvadoreños que llegaron a Estados Unidos en los años 70, Brian creció en el estado de Illinois rodeado de contrastes sociales y culturales que marcaron su visión del mundo.
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Aunque sus padres al principio dudaron de su camino artístico, persistió hasta consolidar una voz propia, en la que fusiona la música —del hip hop a la cumbia— con relatos profundamente humanos. Esa herencia salvadoreña es la base de su estilo, un sello que lo ha distinguido en escenarios como The Public Theater, Roundabout Theatre Company y el Ensemble Studio Theatre.
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Su obra más conocida, "Where Did We Sit on the Bus?", es un unipersonal de hip hop que se ha presentado en todo Estados Unidos y le ha valido reconocimientos como el premio Jeff y nominaciones al Drama Desk.
A esta obra se suman producciones como "Kid Prince and Pablo", estrenada en el Kennedy Center, y "Somewhere Over the Border", un musical de cumbia hip hop aclamado por la crítica. Estos proyectos le han dado una posición destacada en el teatro contemporáneo, además de premios como el Lucille Lortel y una nominación al Emmy.
Con "Mexodus", Quijada reafirma su capacidad de contar historias que conectan lo íntimo con lo universal. Su propuesta no solo celebra sus raíces, sino que también abre espacio a nuevas narrativas latinas en la escena internacional. En palabras de muchos críticos, su carrera es prueba de cómo el arte puede ser un puente entre culturas, y hoy ese puente tiene acento salvadoreño.