En un esfuerzo por transformar el panorama del reciclaje y la sostenibilidad en El Salvador, Industrias Plásticas, S.A. de C.V. una empresa con 67 años de trayectoria, junto a otras del grupo: Unitape y Capri Recycling, están impulsando un modelo de economía circular integral.



Mariano Pitta, CEO de Industrias Plásticas, S.A. de C.V. y fundador de las empresas más recientes del grupo, destaca la ambición de sus operaciones, que abarcan desde la recolección y el lavado hasta el pelletizado de plásticos.

"Para nosotros es súper importante porque ahora hablamos de la vida circular de las cosas. Nos hacía falta en nuestro grupo una empresa que se dedicara plenamente al reciclaje y a poder de verdad poner en práctica la economía circular", explicó Pitta, enfatizando la visión de la empresa en la integración de procesos.



El desafío cultural y económico del reciclaje

Uno de los principales obstáculos en el mundo del reciclaje, según Pitta, es la cultura de la gente. "Creo que culturizar a nuestra gente y hacer entender que para tener una calidad de producto reciclado necesitamos separar en origen, empezar a separar en nuestras casas", afirmó. Resaltó que los costos económicos de separar la basura después de ser recogida son a menudo asumidos por la industria, lo que choca con la naturaleza económica del plástico como un material barato. Este factor se convierte en un reto para la competitividad del plástico reciclado en el mercado.

Un ecosistema de sostenibilidad: Unitape y Capri Recycling

El grupo no solo se enfoca en el reciclaje. Unitape, otra empresa del conglomerado, se dedica a la construcción de proyectos de energías renovables, incluyendo la energía solar que alimenta gran parte de las operaciones de la planta de reciclaje. Además, Unitape desarrolla proyectos de eficiencia energética y plantas de tratamiento de agua. Esta última es crucial para Capri Recycling, ya que permite recolectar y tratar aguas lluvias de los techos para ser utilizadas en el lavado de plásticos, cerrando otro ciclo dentro de la economía circular.

Capri Recycling, inaugurada en agosto de 2022, ha mostrado un crecimiento de doble dígito anual, procesando actualmente alrededor de 250 toneladas de plástico al mes, con el objetivo de alcanzar las 500 toneladas. Para lograr esta meta, Pitta señala la necesidad de más fuentes de recolección, lo que impulsa iniciativas de colaboración con cooperativas y fundaciones.

Empoderando a la comunidad: la cooperativa de mujeres recicladoras

Un proyecto con un profundo impacto social es la cooperativa de mujeres recicladoras, surgida de un diagnóstico en la cordillera del Balsamo. En alianza con INIZIO, CESAL y TELUS, esta iniciativa busca empoderar a mujeres amas de casa en zonas con pocas oportunidades económicas. A través de entrenamiento, estas "eco-recicladoras" no solo reducen la contaminación plástica en ríos y zonas aledañas, sino que también generan una fuente digna de ingresos, mejorando su autoestima y desarrollando habilidades de liderazgo.

"Muchas de ellas por primera vez están empezando a generar ingresos propios y a no depender de sus esposos o de alguien más... no solo estamos viendo en ellas un cambio de empoderamiento sino que también al mismo tiempo ya están recogiendo, reciclando, limpiando zonas y esta iniciativa se está convirtiendo en un tema de transformación social muy importante", destacó Pitta. Aunque por ahora son 30 mujeres, el programa busca expandirse, dinamizando la economía local y mejorando la calidad del material reciclado.

Innovación y visión de futuro

El grupo también en transformar los desechos plásticos en productos de mayor valor agregado, como esculturas y muebles, gracias a la colaboración con entidades como INIZIO, que fomenta el arte en las mujeres de la cooperativa.

Pitta reitera que el mayor desafío es la educación y la cultura de la separación en origen. Considera fundamental la colaboración entre el gobierno, el sector educativo y diversas fundaciones (CESAL, FUNDEMAS, FUNDEPLAST) para generar un cambio cultural. La visión de la empresa es que el reciclaje sea visto no solo como una solución ambiental, sino como un motor de riqueza, economía inclusiva y oportunidades de progreso.

El modelo de negocio de Industrias Plásticas, que busca la sostenibilidad económica del reciclaje, ya está siendo compartido en foros internacionales, buscando replicar este éxito en otras zonas del país y de la región, especialmente para empoderar a las mujeres. La empresa compra materiales a pepenadores, mercados y centros habitacionales que ya realizan separación en origen, demostrando que la implementación de la economía circular es una solución viable y digna.

Capri Recycling Opera 24/7 para transformar plástico en materia prima reciclada

La planta de reciclaje comprometida con la economía circular, opera 24 horas al día, 7 días a la semana, para dar una segunda vida al plástico desechado. Tomás Rodríguez, jefe de producción de la planta, destacó que la planta procesa dos tipos de material: sucio y limpio. Su línea de lavado integral permite recibir plásticos post-consumo, que son molidos, lavados y transformados en "pre-pellet" mediante una compactadora en caliente. Este proceso convierte la película plástica desechada de hogares y la industria en materia prima reciclada (PCR y PIR), reintroduciéndola en el ciclo productivo para la creación de nuevos productos.



"Le estamos dando vida a todo aquel material, a toda esa película plástica que ha sido desechada de hogares, que ha sido ya utilizada, que ha tenido su ciclo de vida primaria útil", afirmó Rodríguez, subrayando el impacto de la planta en la sostenibilidad ambiental y la reducción de residuos.