Un nnequipo internacional de astrónomos identificó un planeta de enormes proporciones orbitando una estrella muy pequeña, desafiando las principales teorías sobre cómo se forman los planetas. El hallazgo, publicado en la revista Nature Astronomy, ha sorprendido a la comunidad científica por sus características inusuales.nnLas estrellas pequeñas suelen tener menos material a su alrededor, lo que limita la formación de planetas grandes. Sin embargo, este nuevo exoplaneta, denominado TOI-6894b, se ha desarrollado en torno a una estrella enana con apenas el 20 % de la masa del Sol.nnEl proyecto que permitió este descubrimiento forma parte de la misión TESS de la NASA, enfocada en la detección de exoplanetas mediante el análisis de tránsitos. En él han participado investigadores de varios países, entre ellos del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), en España.nnSegún detalló el CSIC, TOI-6894b es un planeta gaseoso de baja densidad, con un tamaño algo superior al de Saturno, pero con solo la mitad de su masa. Su estrella anfitriona es, además, la de menor masa conocida hasta la fecha que alberga un planeta de tales características.nnEl IAA-CSIC contribuyó al hallazgo con observaciones desde el Observatorio de Sierra Nevada, coordinadas con otros centros internacionales. El investigador Francisco José Pozuelos destacó que este caso rompe con las expectativas teóricas: “TOI-6894b demuestra que de alguna manera, la naturaleza encuentra caminos para formar mundos gigantes incluso alrededor de estrellas enanas, y eso amplía enormemente nuestro entendimiento sobre dónde y cómo puede surgir la diversidad planetaria en la galaxia”.nnAunque no es el primer planeta gigante encontrado cerca de una estrella enana, los científicos lo consideran uno de los más extremos. Pozuelos remarcó que la misión TESS ya ha analizado más de 90,000 estrellas enanas y que este descubrimiento “empuja los límites de lo que creíamos posible en la formación de planetas”.nnEl astrónomo aclaró que este hallazgo no contradice las teorías sobre el Sistema Solar, pero sí obliga a revisar los modelos actuales para explicar sistemas más extremos, formados en condiciones muy distintas a las del Sol.nnUna de las peculiaridades más destacadas de TOI-6894b es su temperatura atmosférica, que apenas alcanza los 140 grados centígrados, significativamente más baja que la de otros gigantes gaseosos. Esta característica lo convierte en un candidato ideal para el estudio de atmósferas frías.nnAdemás, los científicos esperan detectar en su atmósfera gases como metano y amoniaco, lo que representaría un hito, ya que nunca se ha registrado la presencia de amoniaco en un exoplaneta.nnGracias a todas estas características, TOI-6894b ha sido seleccionado para futuras observaciones con el telescopio espacial James Webb. “Este va a ser un planeta de referencia para estudiar atmósferas dominadas por metano y uno de los mejores laboratorios naturales para explorar atmósferas ricas en carbono, nitrógeno y oxígeno fuera del Sistema Solar”, concluyeron los investigadores.
