El ejecutivo ya había anunciado la semana pasada un primer plan de ayuda de 10.600 millones de euros (unos $11.300 millones) para hacer frente a esta catástrofe que dejó más de 220 fallecidos.
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"El gobierno de España está y va a estar ahí, con todos los recursos necesarios y durante todo el tiempo que haga falta", aseguró Sánchez en rueda de prensa.
El jefe del ejecutivo progresista indicó el lunes que las medidas de apoyo se extenderán a más personas y bienes, al tiempo que los agricultores recibirán nuevas ayudas por una cantidad total de 200 millones de euros.
Sánchez comparó este plan con el desplegado por el Estado para apoyar la economía durante la pandemia de covid-19.
El primer paquete de apoyo anunciado la semana pasada comprendía ayudas directas y desgravaciones fiscales para empresas y particulares, así como para los trabajadores independientes y hogares que padecieron decesos, incapacidades o cuyo domicilio y bienes quedaron dañados.
Entre las medidas adoptadas por ahora también destacan las rebajas fiscales, un aplazamiento de los pagos hipotecarios, así como préstamos de la gobierno central para los enormes trabajos de limpieza a los que tienen que hacer frente los municipios.
Miles de soldados, policías, guardias civiles y servicios de emergencia siguen reparando las infraestructuras destruidas por el lodo, repartiendo ayuda y buscando todavía decenas de personas desaparecidas tras la catástrofe.
La indignación que suscitó la criticada gestión de las autoridades, antes y después de las inundaciones, derivó el sábado manifestaciones masivas. La más importante se celebró en la ciudad de Valencia, donde unas 130,000 personas salieron a protestar.
El servicio meteorológico nacional prevé de nuevo fuertes lluvias en la región de Valencia para esta semana.