La Organización Meteorológica Mundial (OMM) indicó este jueves que hay un 55 % de probabilidades de que el fenómeno de La Niña, ligado habitualmente a un enfriamiento de las temperaturas, impacte el clima entre diciembre y febrero, aunque de forma debilitada.

En su actualización publicada este jueves, la OMM matiza que aunque La Niña suele ir asociada a una bajada temporal de las temperaturas medias globales, algunas regiones podrían seguir teniendo un tiempo más caluroso de lo normal.

A medida que avance el año 2026, la OMM espera que el planeta evolucione hacia unas condiciones neutrales, ni regidas por La Niña ni por el fenómeno opuesto de El Niño, ligado a aumentos de temperaturas.

El porcentaje de probabilidad para estas condiciones neutras aumentará hasta ser del 75 % entre febrero y abril, según el boletín periódico de la agencia de la ONU sobre estos fenómenos.

La Niña se produce por una bajada de las temperaturas del agua en el Océano Pacífico central y oriental, y también va unida a cambios en la circulación atmosférica tropical, acompañados de viento y lluvia.

El fenómeno opuesto de El Niño no ha sido observado por los expertos desde 2024, por ahora el año más cálido en los registros meteorológicos.