El Ejército de Israel confirmó este lunes haber atacado la sede central de la Guardia Revolucionaria iraní en Teherán, intensificando así su ofensiva aérea contra Irán que comenzó el pasado 13 de junio.
El portavoz militar israelí, Effie Defrin, detalló que los aviones de combate están “profundizando los daños” en la capital iraní, incluyendo el cuartel general de esta fuerza de élite.
Horas antes, el ministro de Defensa, Israel Katz, señaló que se estaban bombardeando “objetivos del régimen y cuerpos de represión gubernamentales” con una “fuerza sin precedentes”. Según reportes de la agencia EFE, se escucharon potentes explosiones cerca del barrio donde opera la televisión estatal iraní.
En un comunicado oficial, el Ejército israelí detalló que fueron destruidos centros de mando y activos de la Guardia Revolucionaria, entre ellos la sede de la fuerza paramilitar Basich y el cuerpo de seguridad interna. “Estos centros tienen un impacto militar significativo y afectan la capacidad del régimen para ejercer control”, aseguraron.
El medio israelí The Times of Israel citó fuentes militares que estiman un elevado número de bajas entre los efectivos iraníes.
Mientras tanto, Irán lanzó dos misiles hacia territorio israelí, activando las alarmas antiaéreas en el centro y norte del país. Aunque no se reportaron heridos, más de 8,000 hogares sufrieron un corte de energía en el sur, tras el impacto de uno de los proyectiles. El ministro de Energía, Eli Cohen, confirmó que el servicio fue restablecido tras la intervención de equipos de emergencia.
Israel ha justificado su ofensiva como una respuesta a los avances del programa nuclear iraní y la amenaza que representa la producción de misiles balísticos. Desde el inicio del ataque, se han bombardeado instalaciones militares y nucleares clave, como las plantas de Fordó, Natanz e Isfahán, y se han reportado la muerte de altos mandos militares y científicos iraníes.
Las autoridades iraníes han confirmado que los ataques ya han dejado más de 400 muertos, en su mayoría civiles, incluyendo al menos 54 mujeres y menores. En Israel, los misiles iraníes han causado 24 muertes civiles, según datos oficiales.
Estados Unidos se sumó al conflicto el domingo con ataques simultáneos contra las principales plantas nucleares iraníes. La República Islámica respondió ante la ONU que su ejército decidirá “el momento, la naturaleza y la escala de la respuesta proporcional”, advirtiendo de “consecuencias duraderas”.
Este lunes, Irán denunció un nuevo bombardeo contra la planta subterránea de Fordó, en la provincia de Qom. La sede local de Gestión de Crisis aseguró que “no hay amenaza directa para los ciudadanos”.
El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, calificó los daños como “muy significativos” y advirtió que “el peso de este conflicto amenaza con colapsar el régimen global de no proliferación nuclear”. Sin embargo, insistió en que aún hay margen para la diplomacia.
