Felipe VI y Letizia hicieron una primera parada en Chiva, en la región de Valencia, la más afectada por las riadas del 29 de octubre, donde fueron recibidos con aplausos y algún grito de "¡Viva el rey!" por una multitud concentrada frente a la alcaldía, constató una periodista de AFP.
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Tras las imágenes de su primer desplazamiento a la zona, que dieron la vuelta al mundo, esta nueva visita estuvo rodeada de la máxima discreción y de hecho la Casa Real no comunicó la agenda oficial por adelantado.
La visita del jefe del Estado y su esposa "es un gesto de cortesía por su parte, porque ha alegrado a mucha gente", opinó Pascual Gimeno, de 58 años, en Chiva, donde todavía se ve la huella de la riada con muchas casas destruidas.
"Somos muy conscientes de la necesidad enorme que hay todavía de recuperación, de reconstrucción, de solucionar la vida particular de muchas personas que han perdido todo, y esto es lo que día a día hay que trabajar", dijo el rey a periodistas en Utiel, otra localidad valenciana donde los reyes también tuvieron una cálida recepción.
Felipe VI y Letizia terminaron su recorrido en Letur, en la vecina región de Castilla-La Mancha, también afectada por las inundaciones que dejaron 227 muertos en España y más de una decena de desaparecidos.
Insultos y barro
El pasado 3 de noviembre, cinco días después del desastre, una comitiva integrada por los reyes, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el jefe del Ejecutivo de Valencia, Carlos Mazón, fue recibida con ira en Paiporta, localidad valenciana epicentro de la tragedia.El grupo fue blanco de insultos y gritos de "asesinos" y el lanzamiento de barro, palos y otros objetos.
En medio de la tensión, Sánchez fue evacuado y Mazón se retiró poco después, pero los reyes, con la ropa y el rostro manchados de lodo, lograron dialogar con algunas personas antes de marcharse también.
Tras lo ocurrido, anularon el desplazamiento que tenían previsto ese mismo día a Chiva.
Lo que sufrieron los reyes el 3 de noviembre fue una "aberración", estimó María Victoria Sánchez, habitante de 75 años de Chiva, quien opinó que "ellos no tienen culpa de nada, aquí la culpa la tienen los políticos".
Volviendo a la zona del desastre los reyes buscan "estar cerca del pueblo en unos momentos de mucha angustia", indicó a la AFP Vicente Garrido, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Valencia.
A diferencia de hace dos semanas, "los ánimos están más calmados. En aquel momento la gente estaba muy, muy nerviosa", dijo Garrido, para quien la pareja real "va a salir reforzada" este martes.
Críticas al Gobierno de Sánchez
Debilitado por las críticas a las autoridades regionales por haber reaccionado con lentitud a la amenaza de las fuertes tormentas, el presidente valenciano, el conservador Carlos Mazón, reconoció "fallos" y pidió "disculpas" el viernes pasado, pero rechazó dimitir y mantuvo las críticas al Gobierno central.Algunos gritos de "¡Mazón, dimisión!" se escucharon este martes, cuando el dirigente regional acompañó a los reyes.
El socialista Pedro Sánchez, actualmente en Brasil para la cumbre del G20, tiene previsto informar sobre la gestión de las riadas por parte de su Gobierno el 27 de noviembre en el Congreso español.
El Gobierno central ha "dejado sola" a Valencia y Sánchez no ha dado la cara en el Parlamento desde el desastre, denunció el martes en la radio Cope Alberto Núñez Feijóo, el jefe del conservador Partido Popular, principal formación de oposición, a la que pertenece Mazón.
En España, país muy descentralizado, la gestión de las catástrofes es responsabilidad de las regiones pero el Gobierno central, a cargo por ejemplo de la agencia estatal de meteorología que alerta de posibles eventos potencialmente devastadores, puede poner medios e incluso asumir la gestión en un caso extremo.