"Hay que hacer (...) entender (a Maduro) que la represión y los crímenes de lesa humanidad tienen consecuencias. Y que su mejor opción, y pronto yo diría su única opción, va a ser aceptar los términos de una negociación con nosotros para una transición a la democracia", dijo Machado al canal LN+ de Argentina.
"Maduro hoy siente que puede matar gente y no va a pasar nada. Y eso está comenzando a cambiar. Y es muy importante, porque no es solamente él, es el entorno de aquellos que hoy están soportando el sistema, que empiezan a verse en un futuro y dicen 'con este sistema no hay futuro para mí".
María Corina Machado, líder opositora venezolana
Según Machado, quienes pertenecen al entorno de Maduro "empiezan a entender que también para ellos la mejor opción es facilitar esa transición".
"Los términos específicos son parte de la discusión y la negociación, pero indiscutiblemente implica dar garantías, dar incentivos y hacer compromisos entre las partes", agregó.
La dirigente fue inhabilitada para presentarse a las elecciones del 28 de julio en las que Maduro fue proclamado reelecto para un tercer mandato consecutivo de seis años (2025-2031) entre denuncias de fraude de la oposición, que reconoce ganador a Edmundo González Urrutia, exiliado en España.
Machado se encuentra en la clandestinidad y explicó que todas las personas que estuvieron directamente involucradas en la organización de las elecciones presidenciales y "en la defensa de los votos" de González Urrutia ahora están "escondidos, o exiliados, o asilados, o presos".
En la entrevista, la líder opositora también pidió al Vaticano que hable "duro, sin miedo", luego de que el papa Francisco dijera en una conferencia de prensa el viernes que "una dictadura no sirve a nadie y termina mal", aunque reconoció que no estuvo siguiendo la situación en ese país.
Machado también aseguró que el gobierno de Argentina es uno de sus principales aliados y que al presidente, Javier Milei, le tiene "mucho aprecio": "Somos amigos, lo respeto", dijo.
La proclamación de Maduro fue desconocida por Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y varios países de América Latina.
Además, fuertes protestas se saldaron con 27 muertos en Venezuela, 192 heridos y unas 2.400 personas detenidas, según fuentes oficiales.