El papa León XIV aseguró este viernes que los abusos cometidos en el seno de la Iglesia Católica “no pueden meterse en un cajón”, sino que deben ser enfrentados “con verdadera justicia tanto hacia las víctimas como hacia los acusados”.

Así lo manifestó durante una audiencia con los 192 nuevos obispos que participan en cursos de formación en la Ciudad del Vaticano.

En un comunicado difundido este viernes, el Vaticano informó que León XIV instó a los nuevos prelados a “abordar con prontitud” los casos de comportamiento inapropiado dentro del clero.

“No pueden dejarse de lado; deben abordarse con misericordia y verdadera justicia”, subrayó el pontífice, quien también remarcó la necesidad de actuar con responsabilidad frente a estas delicadas situaciones.

El Papa León XIV, de origen estadounidense y peruano, recibió el viernes a los obispos procedentes de los cinco continentes en una audiencia privada. Durante el encuentro, bromeó sobre su elección como pontífice y los animó a “redescubrir la pasión y el coraje” necesarios para ejercer su labor pastoral.

Más allá del tono cercano, el papa no evitó tratar temas sensibles. Según la nota oficial del Vaticano, León XIV abordó los principales desafíos a los que se enfrentan los obispos al comenzar su ministerio, entre ellos los escándalos de abusos sexuales que han afectado profundamente a la credibilidad de la Iglesia.

Redes sociales y comunicación responsable

En respuesta a las preguntas formuladas por los obispos, León XIV también se refirió al uso de las redes sociales, advirtiendo sobre los peligros de la desinformación y el juicio apresurado.

“Cada uno se siente con derecho a decir lo que quiera, incluso cosas falsas”, señaló, y añadió: “Hay momentos en que alcanzar la verdad es doloroso, pero necesario”.

El papa recomendó actuar con “calma, sensatez y la ayuda de un profesional”, subrayando la importancia de contar con expertos en comunicación para manejar adecuadamente estas situaciones en la esfera pública.

Los cursos de formación para nuevos obispos son organizados por el Dicasterio para la Evangelización y el Dicasterio para los Obispos, dos organismos clave dentro de la estructura de la Santa Sede. Estas jornadas tienen como objetivo preparar a los nuevos líderes eclesiásticos en temas de gestión pastoral, doctrina y, como ha quedado claro, en cómo enfrentar las crisis internas con transparencia y justicia.