La defensa del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció que apelará la condena de 27 años y tres meses de prisión dictada en su contra por su presunta implicación en el intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023, calificando la sentencia como “absurdamente excesiva y desproporcionada”.

En un comunicado, los abogados Celso Vilardi y Paulo Amador da Cunha Bueno aseguraron que recurrirán la decisión “incluyendo recursos internacionales”, y reiteraron que el exmandatario  “no atentó contra el Estado Democrático ni participó en ningún plan”. Además, denunciaron la supuesta “falta de tiempo” para analizar las pruebas presentadas en el proceso.

La condena a Bolsonaro es la más alta entre los principales acusados del caso. La sentencia contempla 27 años y tres meses de reclusión en régimen inicial cerrado y 124 días de multa, equivalentes cada uno a dos salarios mínimos.

Condena conjunta de 157 años a Bolsonaro y aliados

Junto al expresidente, también fueron sentenciados seis de sus principales colaboradores: el exministro de Defensa Walter Braga Netto, el exministro de Justicia Anderson Torres, el excomandante de la Armada Almir Garnier, el exjefe de Seguridad Institucional Augusto Heleno, el exministro de Defensa Paulo Sérgio Nogueira y el exdirector de Inteligencia Alexandre Ramagem.
Entre los siete acumulan un total de 157 años de prisión.

Por otro lado, el exayudante de Bolsonaro, Mauro Cid, convertido en testigo colaborador, recibió solo dos años de prisión en régimen abierto, además de la restitución de bienes y protección especial de la Policía Federal para él y su familia, gracias a un acuerdo de culpabilidad con la Justicia.

Los abogados del exministro Walter Braga Netto, quien recibió la segunda condena más severa, anunciaron que también apelarán en todas las instancias, denunciando la falta de tiempo para revisar el caso y acusando a Mauro Cid de mentir en sus declaraciones.

“Se analizarán todos los recursos pertinentes, incluidos los tribunales internacionales”, señalaron en su comunicado.

La sentencia contra Bolsonaro y sus antiguos aliados marca un capítulo histórico en la justicia brasileña, mientras las apelaciones prometen prolongar el proceso en instancias nacionales e internacionales.