El ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, aseguró este jueves que "no hay ningún poder que pueda imponerle" tener que cooperar con la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés), "infiltrada de terroristas".

"No aceptaremos cooperar con la UNRWA ni con las organizaciones cuyos empleados participaron en la masacre del 7 de octubre. Es horrible y vergonzoso que la agencia de la ONU esté tan infiltrada por terroristas", dijo Saar en una rueda de prensa celebrada junto su homóloga albanesa, Elisa Spiropalministra, en Jerusalén.

Las declaraciones del titular de Exteriores llegan después de que ayer la Corte Internacional de Justicia (CIJ) determinara que, como potencia ocupante, Israel debe aceptar y facilitar la entrada de ayuda en Gaza a través de la UNRWA, y no utilizar el hambre como arma de guerra.

"Esto no es un tribunal de justicia. Es un tribunal irregular, un servicio político corrupto. Los enemigos de Israel lo han instrumentalizado. Se utiliza para intentar obligar a Israel a aceptar medidas que pondrían en peligro nuestra seguridad", agregó.

Saar insiste en que la UNRWA "sigue empleando a más de 1,400 terroristas de Hamás" a día de hoy, y que la CIJ está "protegiendo a esta organización terrorista".

Sin embargo, la Corte determinó este miércoles que Israel "no ha fundamentado sus alegaciones de que una parte significativa" de los empleados de la UNRWA son miembros de Hamás, ni tampoco ha demostrado la presunta falta de neutralidad de la agencia humanitaria en su conjunto.

La UNRWA, que fue creada por la ONU con el objetivo de que prestara servicios sociales a los refugiados palestinos tras la creación del Estado Israelí, tiene desde principios de año prohibido operar en territorio israelí después de que el Gobierno de Benjamín Netanyahu aprobara una ley para vetarla.

Esta agencia humanitaria, la más importante en Gaza, era la encargada de distribuir la ayuda entre los palestinos, algo que Israel también ha ido limitando en estos últimos meses.