Israel conmemora este martes el segundo aniversario del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, con actos públicos en memoria de las 1,200 víctimas mortales y con llamados urgentes para lograr el regreso de los 48 rehenes que aún permanecen cautivos en la Franja de Gaza.

Los homenajes se desarrollan en medio de un ambiente festivo-religioso por la celebración judía de Sucot, durante la cual los partidos ultraortodoxos y los sectores del sionismo religioso, que forman parte del gabinete del primer ministro Benjamín Netanyahu, se mantienen en pausa. Sin embargo, desde la oposición, líderes políticos como Yair Lapid alzaron la voz con un mensaje claro: “Israel recordará y nunca olvidará”.

“El pueblo de Israel recordará a sus hijos e hijas que fueron secuestrados de sus hogares y llevados a los túneles del cautiverio”, escribió Lapid en la red social X, refiriéndose a las víctimas del ataque perpetrado por milicianos de Hamás hace dos años.

Uno de los actos más simbólicos se realizó en Reim, donde el líder del partido Demócrata, Yair Golán —quien combatió durante los ataques— visitó el sitio del festival de música Nova, donde murieron alrededor de 400 personas.

Desde allí, Golán expresó que “dos años después, la herida sigue abierta” y reiteró que “Israel no renunciará ni a sus rehenes ni a su amada tierra”.

“Así es como nos levantaremos de la destrucción y el duelo; así devolveremos a Israel lo que merece: vida y esperanza”, agregó Golán.

Clamor ciudadano y presión internacional

En Tel Aviv, cientos de activistas se reunieron en la plaza Dizengoff para exigir acciones concretas al Gobierno. La vigilia, organizada por colectivos de mujeres, sostuvo que este momento representa “la hora de la verdad para el gobierno de Israel”. En un mensaje contundente, afirmaron: “El pueblo de Israel exige que todos regresen a casa y no perdonará a quienes saboteen esta oportunidad”.

Las movilizaciones ciudadanas se intensificaron en los últimos días, ante la esperanza de un acuerdo en las negociaciones que se llevan a cabo en Egipto, consideradas por muchos como la última oportunidad para liberar a los rehenes israelíes. Fuentes extraoficiales estiman que solo unos 20 de ellos siguen con vida.

La noche del lunes, activistas organizaron una cena de Sucot cerca de la residencia del primer ministro Netanyahu en Jerusalén. Durante el evento, Einav Zangauker, madre de uno de los rehenes y figura crítica del Gobierno, dirigió un mensaje al presidente de Estados Unidos: “Presidente Trump, por favor, ponga fin a esta pesadilla. No podemos vivir sin ellos”.

Este pedido se suma a la creciente presión sobre el Gobierno israelí para que priorice el regreso de los cautivos como condición clave en las conversaciones de tregua en curso.