La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) describió el viernes la situación en Gaza como un escenario devastador tras la orden de evacuación total emitida por Israel.
“El inconfundible olor a muerte está por todas partes, un macabro recordatorio de que las calles esconden los restos de madres, padres e hijos”, declaró Olga Cherevko, portavoz de OCHA en Gaza, en una conferencia virtual con periodistas.
Cherevko señaló que el desplazamiento forzado de “cientos de miles” de gazatíes hacia el sur de la Franja ha generado un nivel extremo de hacinamiento, donde incluso “los pequeños animales deben buscar espacio”.
Denunció además que “los hospitales ubican a sus pacientes como pueden, y el agua potable, los alimentos nutritivos y la vida ya no son derechos básicos”.
Según la ONU, miles de desplazados han decidido regresar al norte, incluida la ciudad de Gaza, debido a la falta de condiciones de seguridad y espacio en las zonas designadas como refugio.
La orden de evacuación, anunciada el martes, coincide con la intensificación de los bombardeos y la inminente operación terrestre del Ejército israelí.
“La población de Gaza no necesita compasión, necesita detener la violencia atroz”, subrayó Cherevko, quien destacó que médicos y paramédicos palestinos continúan trabajando bajo fuego, sin medicinas, sin electricidad y sin salarios.
Datos recientes de la ONU indican que al menos 1.9 millones de personas —el 90 % de la población gazatí— han sido desplazadas desde el inicio de la guerra, muchos de ellos en más de una ocasión. Antes del anuncio de la ofensiva terrestre, alrededor de un millón de personas ya se encontraban refugiadas en la capital gazatí, tras haber huido de otras zonas del enclave.