Estados Unidos y China alcanzaron este domingo un acuerdo preliminar tras dos días de negociaciones comerciales en Kuala Lumpur, una iniciativa que busca abrir el camino para un encuentro entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, previsto para el próximo 30 de octubre en Corea del Sur.

La ronda de conversaciones, realizada en la Torre Merdeka 188 de la capital malasia, permitió a las delegaciones de ambas potencias abordar temas clave como la suspensión de aranceles, la cooperación antidrogas sobre el fentanilo, las exportaciones, el comercio bilateral y las tarifas portuarias impuestas a buques chinos.

El representante de Comercio Internacional de China, Li Chenggang, aseguró que se establecieron propuestas que atienden “las preocupaciones mutuas” y que el siguiente paso será completar los procedimientos internos de aprobación en cada país. Esta fue la quinta ronda de diálogo desde abril, la más reciente realizada en Madrid el mes pasado.

El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, subrayó que el encuentro sentó “bases muy sólidas” para la cumbre Trump-Xi de este jueves. “Hablamos sobre comercio, tierras raras, fentanilo, TikTok y la relación general entre ambos países”, detalló.

Mientras tanto, el representante comercial Jamieson Greer afirmó que ambas partes estaban ajustando los detalles finales del entendimiento. Aunque Pekín aún no ha confirmado oficialmente la cumbre, Trump expresó optimismo y dijo que espera un “buen acuerdo con China”, incluso anticipando posibles reuniones adicionales con Xi tanto en Beijing como en Washington.

Las tensiones se agudizaron este mes tras las restricciones chinas a la exportación de tierras raras, minerales clave en la industria tecnológica. En respuesta, Trump amenazó con aplicar un arancel adicional del 100 % a productos chinos a partir del 1 de noviembre, lo que elevaría los gravámenes efectivos hasta el 157 %.

El viernes pasado, Estados Unidos también inició una nueva investigación por supuestas violaciones del acuerdo comercial firmado en 2020, el cual, según Pekín, ha sido cumplido “escrupulosamente”.

Tras el cierre de las conversaciones, el viceprimer ministro chino, He Lifeng, reiteró que el “desarrollo estable de las relaciones económicas y comerciales entre China y EE.UU. responde a los intereses fundamentales de ambos países y sus pueblos”, y urgió a ambas partes a preservar los avances obtenidos en Kuala Lumpur.