Polonia denunció este martes múltiples violaciones a su espacio aéreo por parte de drones rusos durante un ataque dirigido contra objetivos en Ucrania, lo que obligó al cierre temporal del aeropuerto internacional de Varsovia. Las Fuerzas Armadas polacas confirmaron la incursión de más de 10 drones tipo Shahed y activaron un operativo para su identificación y neutralización.

“El espacio aéreo fue violado en repetidas ocasiones por objetos similares a drones”, indicó el Ejército polaco en un comunicado divulgado en su cuenta oficial en X. El incidente, considerado el más grave desde el inicio de la guerra en Ucrania, ha provocado una ola de solidaridad con Polonia por parte de los principales líderes de Europa y de la OTAN.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó el incidente como una “violación imprudente y sin precedentes del espacio aéreo polaco y europeo”.

Durante el Debate sobre el Estado de la Unión en el Parlamento Europeo, Von der Leyen anunció una ayuda de $6,000 millones para establecer una alianza de drones con Ucrania.

El presidente francés, Emmanuel Macron, condenó la “escalada imprudente” de Rusia, mientras que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, a pesar de mantener relaciones con el Kremlin, respaldó a Polonia y pidió negociaciones de paz. Orbán señaló que la agresión confirma los riesgos de vivir “bajo la sombra de la guerra”.

Polonia invoca el artículo 4 de la OTAN y pide consultas urgentes

Ante la gravedad del ataque, el primer ministro polaco, Donald Tusk, anunció ante el Parlamento la activación del artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, que permite a cualquier Estado miembro convocar consultas cuando su integridad territorial o seguridad esté amenazada.

El primer ministro Tusk instó a los aliados de la OTAN y la Unión Europea a no eludir responsabilidades. “Estamos lejos del flanco este, no es nuestra guerra… No, es una responsabilidad común de toda la OTAN y de toda la UE”, expresó, subrayando la necesidad de una respuesta conjunta.

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, confirmó que el Consejo del Atlántico Norte ya debatió el tema tras la solicitud formal de Varsovia. “Lo ocurrido no es un incidente aislado”, advirtió, aunque evitó confirmar si fue un ataque deliberado.

Desde otros gobiernos europeos, como Países Bajos, Irlanda, Suecia, Italia, Dinamarca, Lituania y República Checa, también se alzaron voces de condena.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, prometió continuar apoyando la seguridad europea y buscar una “paz justa y duradera”. Por su parte, el jefe de Gobierno checo, Petr Fiala, afirmó que “el régimen de Putin amenaza sistemáticamente a toda Europa”.

Agentes de seguridad polacos inspeccionan el lugar donde cayó un dron ruso en Krzywowierzba-Kolonia, este de Polonia, el 10 de septiembre de 2025. EFE

Rusia niega responsabilidad: “no había objetivos en Polonia”

El Ministerio de Defensa de Rusia negó que sus drones hayan tenido como objetivo el territorio polaco y aseguró que el rango de vuelo de los artefactos no superaba los 700 kilómetros. Moscú expresó su disposición a dialogar con el Ministerio de Defensa de Polonia para esclarecer el hecho.

Pese a esa declaración, Varsovia presentó una protesta formal por lo que consideró una “provocación deliberada”. Las autoridades polacas confirmaron que los drones fueron derribados y resaltaron que la situación marca un cambio en el escenario político internacional.

Antecedentes: una serie de incidentes desde 2022

Desde el inicio de la guerra en Ucrania, Polonia ha enfrentado diversas amenazas aéreas. En noviembre de 2022, un misil ruso mató a dos personas en la frontera este; en abril de 2023, restos de un misil fueron hallados en Bydgoszcz; en diciembre de ese mismo año, otro misil fue detectado sin impactar el territorio. En agosto de 2024, un dron militar ruso explotó en un campo de maíz a 75 km de la frontera, mientras que varios globos y helicópteros bielorrusos también han cruzado el espacio aéreo polaco.

La acumulación de estos incidentes refuerza el temor de que la guerra se extienda más allá de Ucrania. El Reino Unido calificó la reciente incursión como “atroz y preocupante”. “Es una muestra clara de la indiferencia rusa por la paz”, advirtió el primer ministro británico, Keir Starmer.