La Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York ordenó al gobierno de Estados Unidos gestionar el retorno de Jordin Melgar Salmerón un salvadoreño de 31 años que fue deportado a El Salvador el mes pasado pese a una orden judicial que prohibía su expulsión.





El fallo, emitido el martes, representa la cuarta ocasión reciente en que tribunales federales exigen al gobierno estadounidense revertir deportaciones ejecutadas en contra de lo establecido por la ley o por decisiones judiciales.



Melgar Salmerón, exintegrante de la pandilla MS-13, cumplió una condena de dos años en prisión federal tras declararse culpable por posesión de un arma prohibida. Según sus abogados, desde entonces se ha desvinculado del grupo y vive con su esposa y cuatro hijos en Virginia.





El 7 de mayo, la Corte suspendió su deportación a las 9:52 a.m., pero solo 28 minutos después fue abordado en un vuelo hacia El Salvador, a pesar de que el Departamento de Justicia había asegurado que no lo expulsaría de inmediato.



Las autoridades argumentaron que la expulsión ya estaba en proceso antes de emitirse la orden, pero también admitieron que se trató de una “tormenta perfecta de errores” que resultó en una remoción “involuntaria y fuera de tiempo”.



Este caso se suma a otros errores cometidos bajo la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su esfuerzo por ejecutar una política migratoria más estricta que incluye el uso de tácticas legales poco comunes como el Acta de Enemigos Extranjeros, vigente desde el siglo XVIII.



Uno de los casos más conocidos es el de Kilmar Armando Abrego García, otro salvadoreño deportado erróneamente en marzo, pese a tener protección judicial. Luego de múltiples órdenes incumplidas, fue retornado al país este mes, pero enfrentando cargos por conspiración para tráfico de personas.



En el caso de Melgar Salmerón, el tribunal neoyorquino no solo ordenó su regreso “lo antes posible”, sino que exigió al gobierno detallar los pasos tomados para cumplir la orden. Aunque su abogado, Matthew Borowski, celebró la decisión, expresó frustración porque no se investigará más a fondo a los funcionarios responsables.



Simultáneamente, otro tribunal en Virginia analiza la expulsión de un joven venezolano, y en Boston un juez federal ordenó el retorno de un guatemalteco deportado a México, en violación de normas humanitarias básicas.