El comentarista conservador Charlie Kirk, aliado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue asesinado el pasado miércoles en medio de un debate en la Universidad Utah Valley (UVU), en el estado de Utah. Kirk cayó de su silla tras recibir un disparo en el cuello frente a centenares de asistentes.

Instantes antes del ataque, Kirk discutía con un estudiante sobre la relación entre tiroteos masivos y la comunidad transgénero.

“¿Cuenta o no cuenta la violencia de pandillas?”, fueron sus últimas palabras, después de afirmar que “demasiadas” personas trans habían estado implicadas en este tipo de ataques, lo que generó aplausos en el auditorio.

El último en hablar con él fue Hunter Kozak, un tiktoker liberal de 29 años que estudia educación matemática en UVU.

“Quería retarlo”, declaró a The New York Times. Kozak relató que llegó con hora y media de anticipación para tener la oportunidad de cuestionar a Kirk durante el evento.

El asesinato ha generado conmoción en Estados Unidos, país que registra más de 280 tiroteos masivos en lo que va de 2025, según datos oficiales.

Con el mayor índice de posesión de armas per cápita del mundo y regulaciones laxas en la mayoría de los estados, expertos señalan estas condiciones como factores clave detrás de la violencia armada.

El presidente Donald Trump anunció su intención de asistir al funeral de Charlie Kirk, que se celebrará en Arizona, aunque aún no se ha confirmado la fecha exacta.