Solo un 1.6 % de los hogares pobres en El Salvador se benefician con programas sociales, señala un diagnóstico del Banco Mundial (BM).



El documento apunta que en 2009 los programas sociales beneficiaron a un 8 % de los hogares pobres en El Salvador, una cifra que descendió a un 3.7 % una década después, en 2019.

El BM evidencia que, al contrario de los programas sociales, el promedio de las transferencias públicas se duplicó, al pasar de $15 en 2009 a $30 para 2019.



Es decir, se redujo la cantidad de beneficiados, pero se incrementó el apoyo que se le daba a los hogares pobres que seguían incluidos.

Para 2023, las transferencias se redujeron a $19. De esa manera, el dinero que se transfería por hogar se redujo en un un 36.6 % desde 2019.

El Banco Mundial señala que hay varios programas sociales que necesitan ser rediseñados para que aumenten su efectividad y eficiencia, así como para que mejoren “su alcance, magnitud y cobertura”.

“Un sistema de protección social moderno, con mejor información, gasto efectivo y el apoyo de programas sólidos, puede desempeñar un papel clave en la mejora de los resultados del capital humano y la mitigación de la pobreza”, indicó el BM.


Apoyo

El diagnóstico plantea que en el historial de proyectos sociales en El Salvador se centra en subsidios en la energía y el agua.

Pese a ser medidas eficaces, “gran parte de los subsidios actualmente benefician a los que no son pobres”, plantea la multilateral.

El Banco Mundial indica que alrededor de un 74 % de los beneficiarios de los subsidios de energía, agua y de gas licuado de petróleo (GLP) no son pobres.

El documento plantea que el programa de “Bono primera infancia y educación” es el mejor focalizado, aunque este tiene una “cobertura baja” y necesita un aumento de la asignación presupuestaria para que el alcance sea mayor.

El Banco considera que la mejora del gasto social necesita de más información para focalizar la ayuda. En la misma línea recomienda la reorientación gradual de los subsidios que pueda mejorar la calidad de los gastos sociales.

La institución recalca los avances que El Salvador ha tenido en términos de reducción de pobreza, pero hace hincapié en aprovechar los logros para acelerar la reducción.