Los precios internacionales del petróleo se dispararon un 11 % en la última semana impulsados por la escalada del conflicto entre Israel e Irán, que ha elevado la preocupación por posibles interrupciones en el suministro desde Medio Oriente.
El crudo West Texas Intermediate (WTI), referencia en Estados Unidos y para El Salvador reportó un alza del 11 % desde el 12 de junio —un día antes de que Israel lanzara ataques contra blancos iraníes— llegando este viernes a $74.70. Por su parte, el barril de crudo Brent, referencia global, subió desde $69.65 hasta cerrar en $76.22 este viernes.
El mercado reaccionó fuertemente tras los bombardeos israelíes del 13 de junio, impulsando el Brent a $76.31, aunque luego retrocedió a $73.67. Durante el fin de semana, Irán respondió con misiles balísticos y ambos países atacaron instalaciones vinculadas a la industria energética, aunque sin generar interrupciones significativas en el suministro.
La volatilidad se mantuvo a lo largo de la semana. El 16 de junio, el Brent alcanzó $74.56 pero cerró en $72.13 ante reportes de disposición iraní para retomar negociaciones nucleares. El 17 de junio, los precios repuntaron tras el llamado del presidente Donald Trump a evacuar Teherán, cerrando en $75.69. El 18 de junio, el Brent marcó $76.13 y cerró en $75.12. Finalmente, el 19 de junio tocó un máximo de $77.52 y concluyó en $77.32, aún por debajo del promedio de $80 por barril registrado en 2024.
Según Gaurav Sharma, analista independiente de mercados petroleros, “el conflicto ha convertido la semana en un tira y afloja entre operadores alcistas y bajistas”. Aunque las tensiones geopolíticas presionan al alza, el mercado sigue bien abastecido, particularmente con crudo ligero no proveniente de Medio Oriente u OPEP.
“Si este conflicto ocurriera hace una década, el petróleo ya estaría en $100. Hoy los mercados saben que hay suficiente oferta alternativa”, afirmó Sharma.
El director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía (IEA), Fatih Birol, reiteró el viernes que los “mercados están bien abastecidos”, mientras que la OPEP aseguró que no hay cambios en la oferta que justifiquen medidas extraordinarias.
A pesar de la ausencia de pérdidas físicas de suministro, el principal temor sigue siendo un eventual cierre del estrecho de Ormuz, por donde circulan unos 15 millones de barriles diarios de petróleo, lo que representa un tercio del comercio marítimo mundial de crudo.
La consultora energética Rystad Energy advirtió que “un posible bloqueo del estrecho de Ormuz es el evento con mayor capacidad de mover el mercado y podría llevar los precios a niveles sin precedentes”.
De cara al futuro, Sharma considera que si la crisis se prolonga o escala, el mercado podría estabilizarse cerca de los $80. Sin embargo, si se logra una pronta desescalada, los precios podrían retroceder hacia los $70 o incluso menos, a medida que los fundamentos del mercado retomen la normalidad.
