El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) anunció este sábado que instaló un cerco zoosanitario en La Unión y San Miguel para evitar el ingreso del gusano barrenador, un día después de que se confirme el resurgimiento de esta plaga en Honduras.

“Trabajamos para evitar el ingreso del gusano barrenador al territorio salvadoreño. Mantenemos el cerco zoosanitario en La Unión y San Miguel. Además, nuestras brigadas de veterinarios refuerzan la asistencia integral en nutrición y brindan charlas de prevención de enfermedades”, escribió en redes sociales la institución.

Después de dos décadas que esta plaga fue erradicada de Centroamérica, en 2023 se confirmaron casos en Panamá y Costa Rica. En abril de 2024, también las autoridades de Nicaragua advirtieron de contagios y este 13 de septiembre el gobierno hondureño anunció los primeros seis casos.

En conferencia de prensa, la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) de Honduras detalló que tres casos corresponden a vacas y tres a caballos, localizados en el departamento de Choluteca, a ocho kilómetros de distancia de la frontera con Nicaragua. “Algunos en tránsito hacia el Salvador”, señaló Laura Elena Suazo, ministra de Agricultura.

De momento, solo Honduras reporta casos en animales, mientras que en Panamá, Costa Rica y Nicaragua se han confirmado contagios en humanos.


Contagio

Esta plaga se conoce como “gusano barrenador del Nuevo Mundo”, que acechó a Centroamérica, México y Estados Unidos entre 1980 y 2000. El Salvador se declaró libre de la enfermedad en 1995.

Una vez la mosca macho y la hembra copulan, la hembra necesita poner sus huevos y es atraído por las secreciones en heridas de animales o personas, ya que necesitan sobrevivir en cuerpos de sangre caliente.

Entre 12 a 14 horas, las larvas salen hasta formar una gusanera. En los primeros días, las larvas son muy pequeñas y difíciles de ver dentro del tejido.

Cuando termina el período de crecimiento, las larvas buscarán salir y caerán al suelo, donde se entierran para pupar –transformarse en mosca– entre 18 y 20 días.

Una persona contagiosa presenta síntomas como protuberancia dolorosa en la herida, con secreción de líquido. A medida que la larva crece, se siente como se mueve y viene parte del tejido muscular.