El acuerdo se ha estructurado para 40 meses bajo el marco del Servicio Ampliado del Fondo (SAF), que abriría el grifo para un financiamiento adicional de la banca multilateral por hasta $3,500 millones durante la ejecución del programa.
Sin embargo, el programa está sujeto a aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI y del cumplimiento de acciones previas acordadas con el gobierno salvadoreño.
A través de un comunicado, el FMI señaló que el programa busca un refuerzo en la “sostenibilidad fiscal y externa mediante la aplicación de un plan de consolidación fiscal ambicioso y favorable al crecimiento, así como medidas para fortalecer las reservas”.
Para el Fondo, la economía salvadoreña continúa en recuperación del choque generado por la pandemia de covid-19, respaldada por el fuerte ingreso de remesas, el repunte de turismo y la mejora de la situación de seguridad.
“Sobre la base de este progreso y reconociendo los desafíos pendientes macroeconómicos y estructurales de El Salvador, el programa apoyado por el FMI tiene como objetivo fortalecer la estabilidad fiscal y externa”, sostuvo.
El embajador de Estados Unidos en El Salvador, William Duncan, reaccionó a la noticia y escribió en redes sociales que "este es un gran paso para el país y nos llena de optimismo de cara al futuro".
AJUSTE FISCAL
Como se había anticipado, el acuerdo contempla un ajuste fiscal de 3.5 puntos porcentuales del producto interno bruto (PIB) durante tres años, para situar a la deuda pública en una “firme senda descendente”.Un ajuste fiscal requiere reformas drásticas para aumentar los ingresos al fisco al tiempo que reduce el gasto público. El FMI explicó que la primera etapa será de 1.5 % del PIB en 2025, con algunas medidas ya incluidas en el presupuesto general de la nación aprobado a través de una reducción de la masa salarial, el gasto en bienes y servicios, y las transferencias a los municipios.
Los esfuerzos adicionales se centrarán en reformas para la eficiencia de la función pública, la viabilidad del sistema de pensiones y los ingresos para garantizar la sostenibilidad fiscal, así como una mayor reducción en el costo del endeudamiento.
BITCOIN, EL TEMA EN DISCORDIA
El gobierno se comprometió a implementar una reforma al artículo 7 de la ley bitcoin para que su aceptación sea voluntaria por parte del sector privado.
Además, se reformará el artículo 4 para eliminar la disposición sobre que los impuestos se pueden pagar con bitcoin y se establecerá que solo se podrá con dólares.
De igual manera, “se mejorará la transparencia, la regulación y la supervisión de la industria de activos digitales” para salvaguardar la estabilidad y la integridad financiera, indicó el FMI.
GOBERNANZA Y TRANSPARENCIA
El acuerdo también contempla “esfuerzos tempranos” para mejorar el marco de responsabilidad fiscal, así como la publicación en canales oficiales de información sobre la deuda pública, las pensiones, las empresas estatales y los contratos públicos, con “transparencia sobre los beneficiarios fiscales".Las “primeras reformas” se centrarán en un marco sólido de lucha contra la corrupción y mejoras en los mecanismos de Antilavado de Activos y Contra Financiamiento del Terrorismo (ALA/CFT).
Para mejorar el clima de negocios, se contemplan esfuerzos para reducir la burocracia, así como la modernización de las infraestructuras y la adaptación al cambio climático.
SISTEMA FINANCIERO
Asimismo, se incluyen medidas para mejorar los colchones fiscales y del sector financiero con un “esfuerzo temprano” en el marco de liquidez de los bancos para apoyar la cartera de créditos al sector privado.Las reservas de liquidez de los bancos pasarán de un 11.5 % exigido actualmente a un 15 % para finales de junio de 2026.
El financiamiento otorgado por el FMI fortalecerá las reservas brutas del Banco Central de Reserva (BCR) para reforzar su capacidad de enfrentar crisis. Además, se avanzará en reformas para adoptar normas de Basilea III sobre supervisión de riesgos.